31/8/11

Bienvenido, míster Davis

"Os recibimos, americanos, con alegría. ¡Olé, mi madre! ¡Olé mi suegra y olé mi tía!"
Un día, hace sesenta años, los españoles se pusieron sus mejores galas, recogieron la basura de la calle principal de cada pueblo y se sentaron a esperar la lluvia de dólares que les iba a sacar de la miseria. Aunque los cádillacs pasaron de largo, nadie se deshizo de las banderitas.
Al menos, no en Córdoba. Aquí seguimos oteando el horizonte, aguardando la oportunidad de airear las barras y las estrellas que atraigan los millones. La última vez estuvimos diez años dándole al brazo -"Los yanquis han venido, olé salero, con mil regalos, y a las niñas bonitas van a obsequiarlas con aeroplanos"-, confiados en que habíamos comprado el boleto premiado (alguien nos había chivado que acababa en dieciséis) y no nos llevamos ni la pedrea: los de San Ildefonso se fijaron en otro santo.
En esta ocasión va a ser distinto. Marshall ha cambiado la guerrera por el chemilacós y ha sacado el billete del AVE, billete VIP, no vaya a ser que alguien le toque las pelotas o las raquetas. "-Niño, saca las banderitas que nos vamos pa' la estación. Seguro que esta vez pillamos algo". Y en eso estamos: unos a la espera del container cargadito de pernoctaciones de luxe, otros soñando con que una excursión de gabachos les pague el vino que hace doscientos años se bebió el francés. "Americanos, vienen a España guapos y sanos. Viva el tronío de ese gran pueblo con poderío".
Aunque, puestos a contar, hay cuentas que no me salen. Entre pitos y flautas, obras y cánones, promociones, gallardetes y banderolas, el erario público se va a desprender -graciosamente- de entre millón y medio y dos millones de euros. ¿A cambio de qué? A cambio de los luises de oro que arrojen desde sus carrozas los quince mil afortunados que acudan a presenciar la madre de todas las eliminatorias tenísticas.
Supongo que alguien habrá sacado números y se habrá parado a pensar. Habrá pensado en que los vecinos de Santa Rosa que pasen por la puerta de los califas -que alguno habrá- ni pernoctan, ni comen, ni compran; ni ellos, ni los de Valsequillo -que alguno habrá-. Habrá pensado en que hay hoteles, hostales, pensiones y hasta albergues que, en la provincia y alrededores, esperan listos y dispuestos a recoger su botín. Habrá pensado en que la plaza de toros de Córdoba es -chispa más o menos- como cualquier otra plaza de toros del mundo, y que ese será el único patrimonio histórico artístico que saldrá por la tele. Habrá pensado, en fin, en que estamos subvencionando con cien euros a cada ilustre visitante, para que él se deje los cuartos en el mostrador del AVE, en las taquillas de la federación, en la recepción del hotel -de quién sabe qué cadena- o en la minuta del restaurante (o, en su defecto, de la tienda de bocadillos).
En la comedia de Berlanga, don Pablo -alcalde de Villar del Río- se subió al balcón del ayuntamiento para arengar a sus convecinos: "-Como alcalde vuestro que soy, os debo una explicación. Y esa explicación os la voy a dar, porque os la debo", pero no recuerdo si llegó a darla ni si convenció al auditorio. Supongo que aquí alguien tendría que explicarle a un mecánico de Valdeolleros -que alguno habrá- qué le va a traer a él míster Davis, y a la farmacéutica de Santa Cruz, a una jubilada del Figueroa y al cura del Campo de la Verdad.
Porque al final es a ellos -siempre es a ellos- a quienes les pedimos que se pongan sus mejores galas, limpien la basura de la calle principal, se sienten en la acera ondeando la banderita y paguen lo que haya que pagar.
Aunque los cádillacs -si es que quedan cádillacs- vuelvan a parar en otro sitio.

8 comentarios:

Gerardo dijo...

Copiado del blog de JAG: El flujo dinerario. Como de costumbre en nuestra ciudad ese flujo se produce siempre desde lo público a la privado, o dicho a la bruto, se emplea una ingente cantidad de dinero público y los empresarios ponen el cazo. Este es uno de los grandes problemas de nuestra ciudad, la escasez de un empresariado que apenas genera actividad e iniciativas económicas que ayuden al desarrollo y al empleo. Si la inicitiva privada hubiese puesto, por ejemplo, una cuarta parte de los recursos emleados en toda la renovación de la Puerta del Puente otro gallo nos cantaría. Pero no caerá esa breva; más bien la breva que caerá es que a los meses de suceder la Davis andarán pidiendo la Vuelta Ciclista o un concierto de Sakhira, eso sí, sugragados generosamente por la administración pública, esa que tanto detestan si no camina tras sus pasos.

@cordobes1972 dijo...

Un buen post y buen reflejo de lo que será la Davis. Parece ser que aqui, en esta bendita ciudad, lo financiamos todo, a cualquier precio y evidentemente sin atender a estudios previos de viabilidad.

El problema esta en que el Sr Davis nos mostrará su mejor sonrisa pero terminará poniendonos un par de cuernos como los que asoman en mayo en nuestro coso taurino.

Un afan de protagonismo, o bien contentar a una ciudad desilusionada con el fracaso de la Capitalidad nos llevará de nuevo a un dispendio innecesario dificil de justificar.

las pernoctaciones de luxe no lo seran tanto, ya que desde antes de saber que recibiriamos tan prestigioso evento, los hoteles estaban con una ocupación bastante alta, debido al ser un periodo de temporada alta y coincidir con otros eventos como el Festival Eutopia, ya en su sexta edicion.

AAquíes donde el consistorio ha tenido la primera corná, confiado en que los hoteleros cordobeses reservarían el resto de habitaciones libres y que estos se abonarían a la fiesta de la Davis, pero no, de manera lógica o no, han decidido que, las pocas habitaciones que quedan se vendan a precios astronómicos, y es aquí donde el Sr. Davis nos la juega...

Muchos de los aficionados que inundaran nuestra ciudad, llegaran en AVE, disfrutaran del evento y marcharan tranquilos a Sevilla o Málaga donde serán recibidos para ofrecerles un descanso mucho mas sosegado económicamente.

Esos restaurantes que esperan un gasto lógico de las masas tenisticas verán como esa comitiva pasa rauda y veloz en dirección a la Estación.

Habrá quien diga que no importa! Que lo mejor de todo es la imagen de la ciudad, esa que comentas de calles limpias y balcones con la banderita de la capitalidad aun sin quitar (como en mi caso) y que nos vean en todo el mundo es lo importante! como si Córdoba no lo fuera ya...

Juan Suarez dijo...

Con su permiso la copiamos en Orilla Izquierda

jlarranz dijo...

Gracias

Mildred Largaespada dijo...

¡Gracias por enlzar nuestros blogs! Nos veremos prontito, pronto. (Después de la Davis). Besos desde el trópico.

jlarranz dijo...

Ya nos contaremos

Rafetas dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=PNWjlxH0rfU

jlarranz dijo...

Una de las más mejores escenas de la película.
Los alcaldes siempre deben explicaciones -entre otras cosas-, y pocas veces cumplen.