25/2/09

El tío del mazo

Mañana me voy al carrefour a comprarme un mazo.
Todo viene a partir de ver por la tele la escena más repetida de la campaña electoral vascogallega, que no es otra que la confluencia cósmica de un ciudadano-hasta-los-huevos, una herrikotaberna y un mazo, con los resultados largamente previsibles.
Que digo yo que, sin entrar en lo desmedido de la respuesta, estas cosas te deben dejar a gusto. ¿Te imaginas entrar en el despacho del jefe con ese ímpetu? ¿O en el negociado de concesión de licencias?
A los aficionados al ciclismo les sonará esta expresión, “el tío del mazo”, porque la utiliza el inefable Perico para referirse al bajonazo que le entra de cuando en cuando a alguno de los corredores que pretenden subir el Tourmalet a ritmo de samba. Ahora, visto lo de Lazkao, cobra otra dimensión, pelín más dramática.
Yo, en cualquier caso, como soy de natural pacífico, voy a buscar un artilugio menos contundente, tipo escoba, porque, en definitiva, qué sacamos con destrozar puertas y cristales si dejamos en pie las barreras... Y esas no se echan abajo así como así.
El tío del mazo se ha hecho famoso, héroe para unos, villano para otros, aunque el final sea el de siempre, el del exilio forzoso. Ahora se le abren varias alternativas: a) regresar (a ser posible acompañado) pertrechado de mazos y escobas, b) pedir asilo político lejos de quienes le amenazan (y además se molestan porque les amenacen) o c) agazaparse en una curva a esperar ciclistas.
Me pido la d).

24/2/09

Me tengo que hacer una foto

Me ha dado por ponerme a repasar las fotos de mis 'amigos' de 'feisbuc' y he sacado, como primera -y única- conclusión que me tengo que hacer una foto.
No sé cómo he tardado tanto en darme cuenta de que la 'feis' es la 'feis' (y de que, en realidad, aquí hay poco 'buc'). Observo cómo mis 'amigos' y los 'amigos' de mis 'amigos' sí que se lo curran: el 'feisbuc' viene a ser como el álbum de fotos que guarda mi madre en un cajón de la cómoda, pero sin desencuadernar y con el fijador mejor aplicado.
Y no hablo sólo de la imagen. Cuando digo que me tengo que retratar me refiero a algo más que al momento mágico en que un aparatejo consigue tintar un trozo de papel con una imagen (que a mí, cuarenta años viendo fotos, me sigue pareciendo un misterio). Veo cómo cada cual se posiciona, se une a grupos y clubes selectos, se rodea de buenos 'amigos' y lanza grafittis a su muro (o al del vecino, que sale más barato) para enviar señales. Hay que meditar qué pasos dar, porque todos tenemos un pasado y corremos el riesgo de que un antiguo compañero de tuna termine por encontrarnos el rastro...
Me voy a dar un par de días para encontrar un photomatón (¿quedan?). Luego vuelvo y os la enseño.

23/2/09

El cazador cazado

De joven solía contar un chiste que, al menos a mí, me parecía simpático:
Un niño -pequeño- llega a la cocina, donde su madre está preparando el almuerzo, con la mochila a la espalda y le dice: “-Mamá, me voy de caza...”, y al ver que no le hace ni caso, remata la frase: “... para ziempre”. Seguro que cuando invitaron a Mariano Fernández Bermejo a salir de caza, el ex ministro no sabía que era un 'zalir' para no volver.
Si para algo ha servido esta dimisión, ha sido para que los tertulianos y columnistas exhiban su acervo popular. La verdad es que, como diría aquel, se lo han puesto a huevo, y ahora no hay quien calle a los fedeguicos, alsinas y pedrojotas.
“Hombre que lejos va a cazar o va engañado o va a engañar”, “La razón del cazador: a una mentira, otra mayor”, “En la caza y los amores, mil sinsabores”, “Si quieres ser cornudo, anda de caza a menudo”, “Cuando el galgo se estiraza, mal día de caza”, “Al mejor cazador se le va la liebre”, “Levanta uno la caza y otro la mata”...
En un primer análisis, el que más debería gustar a Rajoy es ese de “Pájaro que vuela, a la cazuela” pero, ojo, que hay algún otro que tendría que hacer reflexionar al líder pepero -por si las moscas-, que va de cacerías y de plantígrados.
Donmariano ha puesto a la venta la piel del oso equivocado, y ahora tiene que tragarse un sapo como un madroño: con la que estaba cayendo en la puerta del Ministerio, y ahora le recetan un curso acelerado de 'Ética y estética en la asunción de responsabilidades políticas', en cinco capítulos (uno para cada día de campaña). Se ve que el oso, antes de dejarse el pellejo, se despidió con un abrazo.
Porque, al final ¿a quién se estaban refiriendo cuando hablaban del 'cazador cazado'?

15/2/09

Réquiem por el Guadiato

Ayer estuve con el Club de Piragüismo recorriendo el embalse de La Breña [reportaje fotográfico]
Echamos al agua las embarcaciones en el Club Náutico de Córdoba, junto a la presa. Mejor dicho: junto a las presas, porque ya están las dos levantadas.
Hay una, pequeña (50 metros sobre el cauce; 281 metros de ancho en la cota de coronación), construida en tiempos de la República para almacenar 100 hectómetros cúbicos de agua, para lo que hubo que inundar 587 hectáreas.


Detrás, como una negra montaña,se alza la gran presa (120 metros de altura, 685 metros de lado a lado) que atrapará el río Guadiato hasta convertirlo en un gigantesco lago: 823 hectómetros cúbicos de agua que inundarán unas 2.000 hectáreas de bosque mediterráneo.
Y las inundarán cueste lo que cueste. Como el río Guadiato no es precisamente el Amazonas, difícilmente podrá cumplir con lo que se le exige. Hoy por hoy, el Guadiato se represa en Sierra Boyera, Puente Nuevo y La Breña, aunque con el agua de estos tres embalses (si estuvieran llenos) no llenaría ni la mitad del nuevo macropantano: más de 800 mil millones de litros. Así que habrá que bombear, hacia arriba, agua del Guadalquivir, para hacer realidad esta megalomanía, para anegar veinte millones de metros cuadrados del territorio del lince, del olivar, del conejo, del encinar y del toro con las aguas turbias del Río Grande.
Y todo para que los latifundios de la zona puedan seguir derrochando, para ahorrarles la instalación de sistemas de riego más eficaces, para evitarles la tentación de optar por cultivos más sostenibles, para invitarles a mantenerse en el despilfarro y la insolidaridad.


Ayer disfrutamos de la naturaleza, en un río verde, alegre, vivo. Quienes quieran disfrutar de estos paisajes tienen que darse prisa, porque pronto quedarán bajo las aguas -decenas de metros, millones de litros de aguas sucias- del nuevo La Breña.