tag:blogger.com,1999:blog-29873839472972817252024-03-05T11:40:21.428+01:00José Luis Arranzpapeles perdidosjlarranzhttp://www.blogger.com/profile/07877494833273194016noreply@blogger.comBlogger73125tag:blogger.com,1999:blog-2987383947297281725.post-24738069388489009242020-03-15T17:36:00.000+01:002020-03-15T17:36:23.913+01:00Estado de alarma, alarma de Estado<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiYRKS07ZOrq_nq4ssIaHuPtdM7iib2OFZgge0VOlOsvtxpHxxfe4RYGpbsqidj7vmH3lfaQ10jXgOSDaOb-G6qsG3tnbT0nEVo9nVRD9T-Brz0-zgaz0U8qqJ8jRviusYp99Av7Eg5KCk/s1600/Estado+de+alarna.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="314" data-original-width="473" height="212" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiYRKS07ZOrq_nq4ssIaHuPtdM7iib2OFZgge0VOlOsvtxpHxxfe4RYGpbsqidj7vmH3lfaQ10jXgOSDaOb-G6qsG3tnbT0nEVo9nVRD9T-Brz0-zgaz0U8qqJ8jRviusYp99Av7Eg5KCk/s320/Estado+de+alarna.jpg" width="320" /></a></div>
<span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;">Sin pretender ser original (imposible cuando nos acribillan miles de comentarios por minuto) mis reflexiones ante esta extraña situación que vivimos no pueden ir más allá de la descripción de mi estado de ánimo, complejo y cambiante.</span><br style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;" /><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;">Lo primero que me invade es la <b>perplejidad</b>. No puedo entender que, a estas alturas del partido, la única solución para protegernos de un virus sea el confinamiento general, como en el Orán de «La peste» (Albert Camus, 1947). Y más cuando, en esta ocasión, hemos visto -y hemos contado- cómo la enfermedad se acercaba día a día, como Aníbal con sus elefantes, y ni siquiera le hemos salido al paso.</span><br style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;" /><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;">En segundo lugar, la <b>incertidumbre</b>. No sé si es por falta de información, por su exceso o por la escasa credibilidad que generan los informantes (que no los informadores), pero no logro hacerme una idea de a qué nos estamos enfrentando. Y no me refiero a la enfermedad en sí (ni siquiera la comunidad científica se pone de acuerdo acerca de su gravedad y sus efectos: para unos es una gripe; para otros, la antesala de graves patologías crónicas y fatales) sino a los efectos de esta crisis. Confío en que se habrán elaborado estimaciones, más o menos precisas, sobre el número de personas que van a resultar infectadas, cuántas serán derrotadas por el virus y cuántos profesionales serán necesarios para atenderlos; cuánto tiempo durarán la emergencia sanitaria y el periodo de aplicación de las medidas implementadas por los gobiernos, cuántas empresas y empleos se perderán y cuánto costará recuperarlos. Ya sea porque las estimaciones resulten desesperanzadoras, ya sea porque carezcan de un mínimo de fiabilidad, no han trascendido y la ciudadanía se ve obligada a obedecer a ciegas, sin respuestas. Un salto al vacío sin conocer la profundidad del abismo ni qué hay en el fondo.</span><br style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;" /><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;">Esto me conduce al tercer sentimiento: la <b>preocupación</b>. No por mi propia salud o la de las personas cercanas, razonablemente protegidas por las estadísticas y la cautela autoimpuesta. Me preocupan la idoneidad y la efectividad de las medidas anunciadas, me preocupan su aplicación y sus consecuencias y me preocupa la respuesta -sostenida en el tiempo- de una sociedad sometida a mis mismas dudas. Me preocupan los llamamientos a la tranquilidad de quienes se muestran nerviosos y me preocupa que, quienes actúan irresponsablemente, lo fíen todo a nuestra conducta responsable.</span><br style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;" /><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;">Como cuarto elemento, la <b>indignación</b>. Indignación frente a quienes no se dan por aludidos, frente a quienes exigen antes de ofrecer y frente a los que buscan su propio beneficio a costa del esfuerzo, el sacrificio y la generosidad del colectivo. Indignación frente a quienes arriman a mi ascua su bandera. Indignación ante la inacción de quienes no se atreven a tomar decisiones y, por cobardía, miden primero los costes (sus costes) y, sobre todo, indignación frente a quienes pretenden aprovecharse de mi indignación para obtener réditos mezquinos y espúreos.</span><br style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;" /><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;">Y, por último, la <b>esperanza</b>. La clave de la supervivencia de cada uno de nosotros, como individuos, se encuentra en el colectivo y en su comportamiento acompasado. Tanto para quienes ejercen la solidaridad exclusivamente como consecuencia de su propio egoísmo, como para quienes se entregan sin reservas ni contraprestaciones en favor del bien común, el sentimiento de pertenencia al grupo se acrecienta ante el peligro y la vulnerabilidad. Sin duda, nuestra sociedad sabe cómo responder ante situaciones de riesgo, a pesar de los obstáculos, las decisiones erradas, las conductas incívicas, las actitudes insolidarias y los intereses bastardos que puedan dificultar el avance.</span><br style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;" /><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;">La esperanza y la confianza en nuestras capacidades atenúan el estado de perplejidad, incertidumbre, preocupación e indignación en el que muchos nos encontramos sumidos. Sobre todo la esperanza y la confianza en que las decisiones adoptadas hayan sido las correctas.</span>jlarranzhttp://www.blogger.com/profile/07877494833273194016noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2987383947297281725.post-20234874498782631212013-05-29T21:21:00.000+02:002013-05-29T21:21:30.893+02:00Palabras, palabras, palabras<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCVQEgCcZStSo1zg7V7iY5J-PHMFhQOiWLOl8vbzUR3p7lBqBsJXOpRRxScuFqEKyGSd7-kJrV94gIlYCnJ9j9tTX5FM4bwTD9IwCEcTxAOMY3ba8gfjhEtteCZPn7TtfnRqF7763hRuw/s1600/Congreso.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" border="0" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCVQEgCcZStSo1zg7V7iY5J-PHMFhQOiWLOl8vbzUR3p7lBqBsJXOpRRxScuFqEKyGSd7-kJrV94gIlYCnJ9j9tTX5FM4bwTD9IwCEcTxAOMY3ba8gfjhEtteCZPn7TtfnRqF7763hRuw/s320/Congreso.jpg" title="La sala del Congreso de los Diputados, vacía. (Emilia Gutiérrez, La Vanguardia)" width="320" /></a><br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: #e69138; font-family: inherit;"><i>Polonius:
“-What do you read, my lord?”</i></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: #e69138; font-family: inherit;"><i>Hamlet:
“-Words, words, words.”</i></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: #e69138; font-family: inherit;"><i>(Hamlet</i>,
de William Shakespeare. Acto II, Escena II.<i>)</i></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">La
economía es la ciencia que transforma la realidad en cifras. La
política es el arte de ocultar la realidad y las cifras detrás de
las palabras. Palabras, palabras, palabras.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Triscando
los dientes de sierra del gráfico del <i>peibé</i>, cualquier
economista que se precie se atreve a predecir -que acierte o no, ya
es otro cantar- cuándo los números nos sacarán de la lista del
paro, cuándo cambiaremos de coche o cuándo podremos vender el piso;
surfeando la onda de la prima de riesgo, el ojo del analista experto
deduce cuánto bajarán nuestras pensiones, cuántos hospitales habrá
que privatizar o cuántas empresas echarán la persiana. Ni la Sibila
de Delfos afinó tanto profetizando calamidades, oye. Entre tanto
vaticinio y tanto <i>malfario</i>, ¿cómo no van a aparecer luego
los políticos para analizar los análisis, camuflar los datos con
una costra de maquillaje -sombra aquí, sombra allá- y ahogarnos los
sentidos con su verborragia y su hemorragia verbal? Palabras,
palabras, palabras.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Los
hubo que creían que bastaba con soplar para hacer botellas
(<i>“-Dejadme a mí</i>
-decían-, <i>que esto lo arreglo yo antes de terminar la
mudanza.”</i>), los hay que
reclaman otra -¡¡¿otra?!!- oportunidad
'porque-ahora-sí-sé-cómo-hacerlo' (infelices: <i>lo que
natura non da, Salamanca non presta</i>)
y los que continúan haciendo cola junto al escenario sin tener uña
de guitarrero (no me imagino la melodía que saldría de aquel
instrumento). Y todos, unos y otros, esconden su incapacidad, sus
frustraciones y su impericia bajo un rimero de explicaciones,
acusaciones, digresiones, justificaciones, imprecaciones y excusas.
Palabras, palabras, palabras.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Por
muy aceradas que se presenten las cifras (y 6.202.700 es mucho
acero), las plumas están derrotando a las espadas, y los discursos
-las palabras- bastan para desindignar a los indignados, atemperar
los acaloramientos, aletargar los impulsos y desapasionar las
pasiones. En el sopor de la letanía, hemos edificado una sociedad
crédula y conformista que acepta lo inaceptable, que se deja mecer
en la vacuidad del mensaje, que antepone la comodidad a la
insumisión, la indolencia a la necesidad y el asentimiento a la
irreverencia. Bajo la estridencia del verbo, hemos renunciado a la
reflexión y al debate, y hemos pretendido construir supuestas
alternativas en base a viejos argumentarios. Palabras, palabras,
palabras.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Claro
que son necesarias las palabras, pero otras palabras. Se precisan
palabras para combatir la resignación y la desesperanza; palabras
que sirvan de prólogo a la acción y a los posicionamientos;
palabras que sustenten reformas y rupturas.</span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Palabras
que, para no sonar huecas, tienen que salir de otras gargantas.</span></div>
jlarranzhttp://www.blogger.com/profile/07877494833273194016noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2987383947297281725.post-32219147558698179382013-01-20T21:24:00.001+01:002013-01-20T21:55:33.238+01:00Ensayo sobre la ceguera<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0cOjWfPl-71-6rmUzj0zoWR54hW7zRTshtkn-m61gcwn7ivxPXiBxukJFCm-qKAlCQC7YgJNhGsiXTMNR3MYvPlGmyv6WyYWM7OQkReqqaqwETsq8HSANPHmajz-cFOSY-5KHSVfb1J8/s1600/Barcenas_Reuters.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Luis Bárcenas (Foto: Reuters)" border="0" height="175" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0cOjWfPl-71-6rmUzj0zoWR54hW7zRTshtkn-m61gcwn7ivxPXiBxukJFCm-qKAlCQC7YgJNhGsiXTMNR3MYvPlGmyv6WyYWM7OQkReqqaqwETsq8HSANPHmajz-cFOSY-5KHSVfb1J8/s320/Barcenas_Reuters.jpg" title="Luis Bárcenas" width="320" /></a></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: #b45f06; font-family: Arial, sans-serif;"><i>«Y
porque vea vuestra merced a cuánto se estendía el ingenio
deste astuto ciego, contaré un caso de muchos que con él me
acaecieron. [...] Acaeció que llegando a un lugar que llaman Almorox
al tiempo que cogían las uvas, un vendimiador le dio un racimo
dellas en limosna […]. Sentámonos en un valladar y [el
ciego] dijo:</i></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: #b45f06; font-family: Arial, sans-serif;"><i>-Agora
quiero yo usar contigo de una liberalidad, y es que ambos comamos
este racimo de uvas, y que hayas dél tanta parte como yo.
Partillo hemos desta manera: tú picarás una vez y yo
otra; con tal que me prometas no tomar cada vez más de una uva, yo
haré lo mesmo hasta que lo acabemos, y desta suerte no
habrá engaño.</i></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: #b45f06; font-family: Arial, sans-serif;"><i>Hecho
ansí el concierto, comenzamos; mas luego al segundo lance, el
traidor mudó de propósito y comenzó a tomar de dos en dos,
considerando que yo debría hacer lo mismo. Como vi que él
quebraba la postura, no me contenté ir a la par con él, mas aun
pasaba adelante: dos a dos, y tres a tres, y como podía las comía.
Acabado el racimo, estuvo un poco con el escobajo en la mano y
meneando la cabeza dijo:</i></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: #b45f06; font-family: Arial, sans-serif;"><i>-Lázaro,
engañado me has: juraré yo a Dios que has tú comido las uvas tres
a tres.</i></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: #b45f06; font-family: Arial, sans-serif;"><i>-No
comí -dije yo-, mas ¿por qué sospecháis eso?</i></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: #b45f06; font-family: Arial, sans-serif;"><i>Respondió
el sagacísimo ciego:</i></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: #b45f06; font-family: Arial, sans-serif;"><i>-¿Sabes
en qué veo que las comiste tres a tres? En que comía yo dos a dos y
callabas.»</i></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: right;">
<span style="color: #b45f06; font-family: Arial, sans-serif;"><i>(La
vida de Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades)</i></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Confieso,
sin ocultar cierto pudor, que me vuelvo más desconfiado con cada
nueva cana que peino. Durante años, confié en la gente por encima
de mis posibilidades, seguí a Rousseau a pies juntillas -<i>“To'l
mundo es güeno”</i>- y me desollé las tragaderas empeñado en
engullir muelas de molino como si no hubiera un mañana. Cada vez que
un político se subía a un púlpito para jurar su inocencia sobre
los evangelios, ahí estaba yo, poniendo a disposición del susodicho
cuantas mejillas fueran necesarias. Sin caer en distingos entre reyes
y villanos, bastaba un “<i>-Lo siento mucho. Me he equivocado y no
volverá a ocurrir</i>” para iluminar las tinieblas y las dudas a
golpes de orgullo y satisfacción.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Pero
-como Scorsese- un día decidí poner fin a la edad de la inocencia y
-como Pablo de Tarso- pasarme al otro lado del mostrador (eso sí: yo
me ahorré la caída del caballo y sus consiguientes secuelas). Ahora
todo en mí es incredulidad y escepticismo, y no me resisto a
despellejar al cabrito hasta desenmascarar al lobo que -maldito
Hobbes- todos llevamos dentro. Cautiva y desarmada mi candidez (y
puesto que no se pueden escribir grandes verdades utilizando medias
tintas), me he convertido en el jefe de los talibán del recelo y la
sospecha y, ante el primer desmentido oficial, se me disparan las
alarmas antirrobo. En otro momento, me hubiera entretenido en
identificar al macho alfa y sus aullidos; hoy no pierdo el tiempo en
menudencias y embuto en la chupa de dómine más grasienta posible a
todo aquel que asome la nariz por el área pequeña.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Que
me convenza el suegro del duque de su propia inocencia. Que demuestre
<i>il capo di tutti capi</i> que él se enteró del pufo viendo el
<i>telediario</i>. Que exponga sus excusas exculpatorias el torpe
aprendiz de Savonarola redivivo que tanto predicó contra la
corrupción, el lujo y la depravación. Que lo intente, pero le va a
costar. No me refiero al corrupto confeso; sudores le va a costar a
su vecino de despacho, de escaño, de negociado, de cama o de
camarote redactar un convincente ensayo sobre su ceguera, el único
argumento que me haría aceptar que caminan entre la podredumbre sin
contaminarse, inmunes a las tentaciones transmutadas en vulgares
maletines de piel o en suntuosas bolsas de basura.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Claro
que están ciegos, porque quieren estarlo para -como el amo de
Lázaro- engullir sin remordimientos las uvas de dos en dos (no sea
que el resto de invitados les deje sin banquete) y/o revestir de
sinceridad el uniforme de traicionado y afrentado justiciero (aunque
nunca superan el nivel de 'patético vengador cornudo').</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">No
hay peor ciego que el que no quiere ver. Estos, encima, pretenden
conducirnos de oído. Y sin escucharnos.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: right;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><a href="https://twitter.com/JoseLuisArranz" target="_blank">@JoseLuisArranz</a></span></div>
jlarranzhttp://www.blogger.com/profile/07877494833273194016noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-2987383947297281725.post-83773680653445793002012-08-02T09:52:00.000+02:002012-08-02T13:37:13.152+02:00Lágrimas de cocodrilo<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_XXgGfIID-Z9Cpo9NQRve8qCw7YP20J4WotGZqNINWHCIeu1Zg1Qbd2FJ2XUzS9NOgg4cyZFIT62soTJPCK9hiWfe60N7Un9WnH3z0SZla5m9NASNhbgCFnFD4yjG2xuAh7fGYTyMGi0/s1600/Sandokan03_EP_Marbella21.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_XXgGfIID-Z9Cpo9NQRve8qCw7YP20J4WotGZqNINWHCIeu1Zg1Qbd2FJ2XUzS9NOgg4cyZFIT62soTJPCK9hiWfe60N7Un9WnH3z0SZla5m9NASNhbgCFnFD4yjG2xuAh7fGYTyMGi0/s1600/Sandokan03_EP_Marbella21.jpg" title="Rafael Gómez (fotografía de Europa Press publicada en Marbella21)" /></a></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Costa
del Sol, verano de 2012. Un galán maduro -bastante maduro- de
cuidada melena blanca susurra, ante un auditorio selecto, sus tristes
confidencias a un micrófono, sin poder reprimir el llanto:</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
“<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><i>-¿Por
qué no he de llorar, si sólo así descanso? No hay penas que sin
llanto se puedan soportar.”</i><sup><span style="font-size: xx-small;">(1)</span></sup></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">No.
Aunque lo parezca, no se trata de un senil cantante de boleros en el
hotel <i>Puente Romano</i>, sino del otrora conspicuo empresario,
constructor e industrial, Rafael Gómez Sánchez, derramando ante el juez las
últimas gotas que quedaban en el tarro de su dignidad (<i>“-Lágrimas
de hombre, que son más amargas por estar condenadas a nunca
brotar.”</i><sup><span style="font-size: xx-small;">(2)</span></sup>).</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Por
vergonzante que pudiera resultar, Sandokán sólo cumple con las
obligaciones que le impone su pertenencia al <i>Club del Cocodrilo</i>,
una asociación de condenados, acusados, imputados o implicados en
corruptelas y tratos con reptiles en la que todos sus ilustres
miembros se comprometen -una vez despojados del peso de la púrpura
y/o aligerados del peso de sus carteras- a exhibirse sin pudor al público escarnio, luciendo un estudiado rictus de contrición
-aliñado con lágrimas, en bastantes casos- y una sensiblera y
victimista declaración de inocencia. (<i>“-Me parece una
injusticia estar preso, señor juez.”</i><sup><span style="font-size: xx-small;">(3)</span></sup>).</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">El
cocodrilo es un animal de naturaleza inmisericorde que atenaza a sus
presas, las arrastra al fondo del río, las ahoga y las despedaza.
Mientras las devora, el movimiento de sus fauces estimula al mismo
tiempo las glándulas salivares y las lacrimales (éstas
involuntariamente, por cercanía), hasta provocar el falso llanto.
Lágrimas fingidas que no alcanzan a diluir el regusto salado de la
sangre aún caliente.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Igual
que a Rafael Gómez, hemos visto llorar a muchos cocodrilos. Ángel
Acebes, Antonio Barrientos, Teddy Bautista, José Blanco, Francisco
Camps, Mario Conde, Francisco Correa, José María del Nido, Gerardo
Díaz Ferrán, Jorge Dorribo, José María Enríquez, Carlos Fabra,
Antonio Fernández, Francisco Javier Guerrero, Jaume Matas, María
Antonia Munar, Julián Muñoz, Isabel Pantoja, Oriol Pujol, Rodrigo
Rato, Francisco Javier Raventós, José Antonio Roca, Antonio Rodrigo
Torrijos, José María Ruiz Mateos, Antonio Tirado, Iñaki Urdangarín
(¡uf!, ¡me ahogo!)... cada uno de ellos ha elevado al cielo sus
cuitas y sus lamentos (<i>“-Cada cual en este mundo cuenta el
cuento a su manera.”</i><sup><span style="font-size: xx-small;">(4)</span></sup>) sin revelar -eso nunca- el
paradero del botín que le haga rememorar los días de vino y rosas
(<i>“-Con lágrimas de sangre pude comprar la gloria.”</i><sup><span style="font-size: xx-small;">(5)</span></sup>)
y le haga olvidar la amargura de la soledad, el desdén y el
abandono.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
“<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><i>-Llora
mi alma de fantoche sola y triste en esta noche. Noche negra y sin
estrellas.”</i><sup><span style="font-size: xx-small;">(6)</span></sup></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">No
voy a caer en el error de relacionar el grado de culpa con el tamaño
de la panza (como hizo el cardenal de Guadalajara, monseñor
Sandoval: <i>“-No hay rico que no haya robado: o es ladrón o hijo
de ladrones.”</i>), pero que nadie espere que acuda con mi pañuelo
a enjugar lágrimas de cocodrilo.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
“<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><i>-Hoy,
que me lloras de veras, recuerdo tu simulacro. Perdona que no te
crea: lo tuyo es puro teatro.”</i><sup><span style="font-size: xx-small;">(7)</span></sup></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<h4>
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Anexo
musical</span></h4>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Puesto
que el asunto es más propio de boleros, tangos y baladas, ahí van
las autorías (a cada cual, lo suyo) y los enlaces:</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: xx-small; font-weight: bold;">(1)</span>
<a href="http://www.youtube.com/watch?v=ljx8mNDtShU" target="_blank"><span style="color: black;"><i>Por qué no he de llorar</i>, de Fernando Valadez</span></a></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: xx-small; font-weight: bold;">(2)</span>
<a href="http://www.youtube.com/watch?v=zfVbtWPFN5Q" target="_blank"><span style="color: black;"><i>Lágrimas de hombre</i>, de Luis Alberto Martínez</span></a></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: xx-small; font-weight: bold;">(3)</span>
<a href="http://www.youtube.com/watch?v=qviau1WAMkY" target="_blank"><span style="color: black;"><i>Señor Juez</i>, de Ricardo Arjona</span></a></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: xx-small; font-weight: bold;">(4)</span>
<a href="http://www.youtube.com/watch?v=SjmcUg3GsF0" target="_blank"><span style="color: black;"><i>El gran tirano</i>, de Tite Curet</span></a></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: xx-small; font-weight: bold;">(5)</span>
<a href="http://www.youtube.com/watch?v=yw91Qyl-Qlo" target="_blank"><span style="color: black;"><i>Lágrimas de sangre</i>, de Agustín Lara</span></a></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: xx-small; font-weight: bold;">(6)</span>
<a href="http://www.youtube.com/watch?v=48l-1zvWte0" target="_blank"><span style="color: black;"><i>Nostalgias</i>, de Enrique Cadícamo</span></a></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: xx-small; font-weight: bold;">(7)</span>
<a href="http://www.youtube.com/watch?v=Riucws3AwDk" target="_blank"><span style="color: black;"><i>Puro teatro</i>, de Tite Curet</span></a></span></div>jlarranzhttp://www.blogger.com/profile/07877494833273194016noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2987383947297281725.post-57737117443743251652012-07-26T20:52:00.000+02:002012-07-27T10:17:47.156+02:00¡Viva Draghi! ¡Ha nacido el Salvador!<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhaVA7q81-TLtSSt_QV_4NbkxEBFzDChBsHLNAkMKu0nQ7TIpv9Yyy_yniwILIwDL9ULjR6glch2XP45yj8lxBXhiVyJAcdJ8TT4D0HfGJ9-4b0Sil077U17LiWqK8W0vfRgMxJfnwnnx0/s1600/eurotower.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Eurotower, sede del Banco Central Europeo, en Frankfurt (Alemania)" border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhaVA7q81-TLtSSt_QV_4NbkxEBFzDChBsHLNAkMKu0nQ7TIpv9Yyy_yniwILIwDL9ULjR6glch2XP45yj8lxBXhiVyJAcdJ8TT4D0HfGJ9-4b0Sil077U17LiWqK8W0vfRgMxJfnwnnx0/s320/eurotower.jpg" title="Eurotower, sede del Banco Central Europeo, en Frankfurt (Alemania)" width="240" /></a></div>
En aquel tiempo, llegó a
Frankfurt (donde inventaron las salchichas y el BCE) el ministro Luis de Guindos, ascendió a la planta cuarenta
de la <i>Eurotower</i>, se arrodilló ante Mario Draghi e imploró:</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
-Señor, no soy digno de
que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
-El Banco Central Europeo
hará lo necesario para sostener el euro -respondió el Maestro- y,
créanme, eso será suficiente.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Fue entonces cuando De
Guindos, que ya se había encaramado al balcón presto a arrojarse a
las negras aguas del río Meno, notó cómo le temblaban las piernas
y una lágrima vadeaba los profundos surcos de sus macilentas
mejillas.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
-¿Me estás hablando a
mí, señor? -preguntó, incrédulo-. ¿En verdad, en verdad lo dices?
¿Puedo comunicar al mundo la buena nueva?</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
-<i>Ite. Missam est</i>.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Y se fue con la misión
cumplida. Y difundió el mensaje. Y nada más hacerlo, las aguas se
abrieron, el íbex-35 resurgió de los infiernos y el riesgo de la
prima de riesgo se abrasó en una zarza ardiente.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
-¡Aleluya! -le puso a
Mariano por el <i>whatsapp</i>- ¡Ha nacido el salvador!</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Como a Michael Corleone
en <i>El Padrino</i> (<i>“-Voy a hacerle una oferta que no podrá
rechazar”</i>), a Draghi le ha bastado una frase para triunfar,
para borrar sus desaires y para convertirse en uno de los nuestros.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
A nadie parecen importarle
ya el tiempo -y el dinero- perdidos, que el diferencial con Alemania se mantenga por encima de los 550
puntos básicos, que el íbex-35 apenas supere los seis mil (en
septiembre, rondaba los diez mil puntos) y que cada subasta de deuda se
nos lleve varios millones de euros en intereses.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Al presidente del BCE se
le ha escapado que conoce la fórmula del bálsamo de Fierabrás -el
que nos aliviará de todos los males-, pero que no está dispuesto a
malgastarlo -por mucho que De Guindos se parezca a Sancho Panza- . Y
a nadie parece importarle.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
El gobierno brinda hoy
con una botella medio llena porque, como dijo Escarlata O'Hara, <i>“al
fin y al cabo, mañana será otro día”</i>, y quién sabe mañana
qué dirá quién.</div>jlarranzhttp://www.blogger.com/profile/07877494833273194016noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2987383947297281725.post-28560177239921226442012-07-12T22:49:00.000+02:002012-07-16T17:51:51.196+02:00Hay alternativas, y lo saben<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgpR2kql08k84nem7Z5B-SishKF6wvrvS7LYnmB7TRNMBIOVnt1YaWD7TIPqLqAxiO5gfRgjHK5FVUXGOtgHtzp9w2jD5gtC2Rhmkn9pa4dwnL2Nf4L-22rMBHWFQBVs2IvZBwKMbDGIes/s1600/rajoy.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="236" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgpR2kql08k84nem7Z5B-SishKF6wvrvS7LYnmB7TRNMBIOVnt1YaWD7TIPqLqAxiO5gfRgjHK5FVUXGOtgHtzp9w2jD5gtC2Rhmkn9pa4dwnL2Nf4L-22rMBHWFQBVs2IvZBwKMbDGIes/s320/rajoy.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,sans-serif;">El presidente del gobierno se ha refugiado en el búnker del determinismo invencible para hacernos creer que no existen alternativas.</span><br />
<span style="font-family: Arial,sans-serif;">Cada
vez que deja caer la porra sobre los maltrechos lomos de los
trabajadores, nos regala la socorrida cantinela del
<i>no-hay-más-remedio</i>. Eso y el gemidito (<i>“-Más me duele a
mí que a ti”</i>- dice); eso y el ensayado rictus de hombre de
estado que sufre con el sufrimiento de sus súbditos.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,sans-serif;">Nadie
pone en duda que la situación es complicada y nadie pone en duda de
que es preciso adoptar medidas extraordinarias. El Estado lleva años
-muchos años- dilapidando nuestro patrimonio y nuestra herencia, y
sólo ha aceptado la gravedad del problema cuando ya nadie le presta
dinero para seguir tapando el despilfarro (o cuando, quien lo hace,
le impone intereses leoninos). Sólo entonces ha comprendido que hay
que ingresar más y que hay que gastar menos -¡vaya lumbreras!-, y
se han puesto a buscar al pardillo que se haga cargo de la cuenta.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,sans-serif;">Cada
vez son más los economistas -y algunos sin barba- que defienden
reformas impositivas más eficaces y más justas. El catedrático de
la Universidad Pompeu Fabra, Viçenc Navarro -por ejemplo- calcula
que se obtendrían 12.000 millones de euros sólo con recuperar
algunos tributos total o parcialmente suprimidos (el impuesto sobre
los grandes patrimonios, el impuesto de sociedades -para las grandes
empresas- o el impuesto de sucesiones). Los técnicos del Ministerio
de Hacienda -otro ejemplo- proponen recaudar 6.200 millones de euros
más cada año sólo con destapar la economía sumergida, y 4.500
millones más sólo con un impuesto sobre las transacciones
financieras; eso por no hablar del fraude fiscal, por donde escapan
más de 40.000 millones de euros.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,sans-serif;">Por
tanto, ¿quién dice que no hay alternativa a subir el IVA? En Francia,
se van a aprobar impuestos especiales sobre las grandes fortunas y
las grandes sucesiones, y en Estados Unidos -el paraíso de los
liberales- Obama ha anunciado reformas fiscales en la misma línea.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,sans-serif;">Y
aún se puede ingresar por otros conceptos. El Instituto Alemán de
Investigación Económica -que no se entere la Merkel- ha propuesto
que las grandes fortunas “colaboren” -por imposición- con la
compra de deuda soberana, y numerosos colectivos aportan otras
soluciones imaginativas (la Tasa Tobbin sería un buen ejemplo) que
contribuirían a llenar la hucha.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,sans-serif;">Eso
en el capítulo de ingresos. Como en el de gastos también hay que
pegar pellizcos, se recorta en sanidad y en educación, se bajan los
sueldos de los trabajadores públicos, las pensiones y los subsidios,
se reduce el gasto público y se suprimen instituciones democráticas.
Todas ellas, medidas que afectan a los mismos, a los de siempre.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,sans-serif;">A
nadie se le ha ocurrido -o sí, pero sólo un rato- adelgazar otras
partidas. Con la que está cayendo, la Casa Real mantiene sus más de
8,2 millones de euros de presupuesto anual, el Ministerio de
Defensa sus 6.300 millones -que no sé yo de quién nos tenemos que
defender, cuando el enemigo está en casa- y la Iglesia Católica
conserva -sin recortes- su asignación de 160 millones de euros. Al
presidente del Consejo del Poder Judicial le han congelado su jornal
de 130.000 <i>euracos</i> -dietas y viajes a Marbella no incluidos-;
los ex presidentes, su pensión vitalicia de 80.000 <i>euretes</i>
-que no les impiden trabajar en empresas privadas de donde obtienen
pingües beneficios, quizás a cambio de viejos favores- y sus
señorías y señoríos, sus 4.000 euros al mes, la cama aparte
-bueno, los alquileres, sólo para los de provincias-.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,sans-serif;">A
nadie se le ha ocurrido que un país pobre, como España, no puede
permitirse administraciones duplicadas -y triplicadas, en algunos
casos-, ni cámaras repetidas -la del Senado, empieza a ser ya una
reforma urgente-. No puede sostener la actual corte de asesores,
jefes de gabinete y mamporreros, ni puede seguir subvencionando a
tanto liberado, a tantos partidos políticos, al cuerpo de
traductores y a las embajadas en Andorra. No puede, pero lo hace, y el gobierno seguirá culpando a la Merkel, a Draghi o al <i>chachachá</i>, y seguirá escudándose en que no hay alternativa.</span><span style="background-color: white; font-family: Arial,sans-serif;"></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,sans-serif;">Lo
malo es que tiene -parcialmente- razón: mires para la derecha o
mires para la izquierda, todos están escondidos detrás del mismo
burladero.</span></div>jlarranzhttp://www.blogger.com/profile/07877494833273194016noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2987383947297281725.post-90043287461703336082012-06-27T22:50:00.001+02:002012-06-29T08:42:22.602+02:00IU, incumplimiento de contrato<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzir42FyOraB6NwcwRSkTkBzvuSK4f9L_TNf9YA-v13T1ln0VqU0JNS5ahMQI_J9-gS34GUR-H30liiT-pK5c2Rsz46CtJNiyXDQ0G3yJtv2bb5SOpKdG8LWXMTTpOgbwHi9BDdSGquaA/s1600/diego-valderas.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" border="0" height="212" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzir42FyOraB6NwcwRSkTkBzvuSK4f9L_TNf9YA-v13T1ln0VqU0JNS5ahMQI_J9-gS34GUR-H30liiT-pK5c2Rsz46CtJNiyXDQ0G3yJtv2bb5SOpKdG8LWXMTTpOgbwHi9BDdSGquaA/s320/diego-valderas.jpg" title="Foto publicada en elmundo.es" width="320" /></a></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
El peso de la púrpura ha
terminado por desnortar a Izquierda Unida.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Al final, la rebelión
prometida ha resultado ser interna y la han protagonizado los
representantes de esta formación política en el Parlamento de
Andalucía: han prendido las antorchas y han metido fuego a su propio
programa electoral. Quienes presumen de ser los -únicos y genuinos-
defensores de la clase obrera, han decidido bendecir con sus votos,
necesarios e imprescindibles, la enésima agresión a los derechos de
los trabajadores.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Llevan años asegurando
que existen alternativas y que la salida está a la izquierda (al
fondo, pero a la izquierda). Años prestándole el megáfono a todo
el que ha querido gritar, y situando su pancarta al frente de
cualquier movilización. Años luciendo camisetas verdes, moradas y rojas (<i>“-Con este
tipín, cualquier cosa me sienta bien.”</i>); años ideando eslóganes,
años acompañando encierros y sentadas... y han bastado cien días
rascando en el banco azul para sacarles los colores.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Su líder -donde dije
digo, digo Diego- Valderas ha sufrido un repentino ataque de amnesia
-alguna sustancia estupefaciente, que le habrán echado en la cartera
<i>vicepresidencial</i>- para argumentar, sin vergüenza, las mismas
justificaciones que él mismo criticó (<i>“-No, si no soy yo. Es el
PP, que me obliga”</i>, <i>“-No os preocupéis que, en cuanto haya
pasta, os pagamos todo de golpe”</i>).</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Una pérdida -selectiva-
de memoria que le ha permitido olvidar aquellas viejas demandas: más
gasto público, lucha contra el fraude fiscal, reducción de altos
cargos, reforma de la administración paralela, negociación
colectiva y acuerdo con los sindicatos, protección social, impuestos
para los más ricos (por cierto, el impuesto sobre campos de golf va
a dar mucho que hablar), persecución de la economía sumergida... Aquellas
propuestas que convencieron a tantos en las últimas elecciones y que
le permitieron crecer más de un 37% en el número de votos (pasaron
de 317.562 a 437.445) y duplicar el número de asientos (de 6 a 12).</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Izquierda Unida ha
cambiado de catecismo, pero sólo en Andalucía. En el resto de
España, se mantiene en la otra orilla y rechaza las propuestas que
exclusivamente defiende en el Hospital de las Cinco Llagas, con el
argumento -casi de Estado- de que es la única manera de sostener al
mismo gobierno que llevan treinta años intentando desbancar.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Izquierda Unida no ha
entendido el mensaje (<i>“¡No es eso, no es eso!”</i>, que escribió
Ortega y Gasset) y ha apostado a una carta -la más alta- buena parte
de su credibilidad presente y futura. Temerariamente, ha decidido
cambiar por un <a href="http://jlarranzf.blogspot.com.es/2012/03/el-plato-de-lentejas.html" target="_blank"><b>plato de lentejas</b></a> el contrato que firmó el 25 de
marzo con sus electores, y ni el clamor de propios ni el estupor de
propios y extraños han movido el fiel de una balanza demasiado
desequilibrada por el peso de los coches oficiales.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Coches que no aliviarán
la travesía del desierto cuando, dentro de cuatro años, los
votantes les demanden por incumplimiento de contrato.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<b>Epílogo</b></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
El artículo 259 de la
Constitución de Colombia proclama: <i>“Quienes elijan gobernadores y
alcaldes, imponen por mandato al elegido el programa que presentó al
inscribirse como candidato”</i>. O sea, que el programa electoral es de
obligado cumplimiento para los políticos colombianos.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
En España, un auto del
Tribunal Supremo dictado en 2005 -que ha sentado jurisprudencia-
determinó que <i>“las 'promesas electorales' y su cumplimiento forman
parte esencial de la acción política, enmarcada en principios de
libertad de hacer o no hacer [...] que escapan al control
jurisdiccional”</i>. Es decir, que los políticos españoles pueden
decidir libremente por dónde se pasan el programa con que se
presentan a las elecciones. Y así nos va.</div>jlarranzhttp://www.blogger.com/profile/07877494833273194016noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2987383947297281725.post-30059570372344805192012-06-22T20:23:00.000+02:002012-06-22T20:25:38.120+02:00Los huérfanos de Rajoy<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh5Y-YPmHqmgHzoqrkph-TiBJDxc8K73-kpk139ha95GLwf531bjYQHBd1Csm73H0vPBUeA3adfos3fT34Oq0hwrcug91RFcAW6HR91WVMbcPbNuao4dHTtRWoCI6Rgp50ebetBdRTMmlU/s1600/huerfanos.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Foto de Rosa González publicada en El Mundo" border="0" height="275" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh5Y-YPmHqmgHzoqrkph-TiBJDxc8K73-kpk139ha95GLwf531bjYQHBd1Csm73H0vPBUeA3adfos3fT34Oq0hwrcug91RFcAW6HR91WVMbcPbNuao4dHTtRWoCI6Rgp50ebetBdRTMmlU/s320/huerfanos.jpg" title="Foto de Rosa González publicada en El Mundo" width="320" /></a></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
Vale que el poder desgasta. Vale que la
realidad del ejercicio de gobierno difícilmente puede corresponderse
-ciento por ciento- con la utópica idealización que previamente
dibuja negro sobre blanco el gabinete electoral. Vale que, cada vez
que un nuevo inquilino revuelve el doble fondo de los cajones y
levanta las alfombras de su nuevo despacho, se encuentra con
obstáculos insorteables que le conducen irremisiblemente hacia rutas
indeseadas.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
Todo eso vale, pero es que los seis
primeros meses de Rajoy han superado las peores expectativas.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
El presidente del gobierno ha
conseguido, en sólo ciento ochenta días, agotar buena parte de su
crédito, defraudar a su electorado, rearmar a sus opositores y
vaciar de argumentos a sus más inquebrantables e incondicionales
defensores.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
Según el <a href="http://datos.cis.es/pdf/Es2944mar_A.pdf" target="_blank">último barómetro del CIS</a>
(publicado en mayo de 2012), el 56% de quienes votaron al PP el
pasado mes de noviembre creen que la actual situación económica es
peor que cuando los populares desembarcaron -hace ahora un año- en
la mayoría de los ayuntamientos y comunidades autónomas, y el 42%
de esos votantes opinan que la situación política hoy es 'mala' o
'muy mala' (a modo de anécdota, el 2% de los electores del PP cree
que el principal problema de España es su gobierno).</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
Mariano Rajoy lleva más de un año
-desde la campaña de las municipales, por lo menos- reclamando su
derecho a gobernar, para solucionar los problemas de la nación;
reivindicando un masivo apoyo popular con el que activar su fórmula
mágica, su receta para generar confianza en los inversores,
incentivar la creación de empresas, crear puestos de trabajo,
optimizar los recursos y mejorar los servicios públicos. Una
ecuación milagrosa basada en recortes y <i>repagos</i> que, lejos de
reportar beneficios, no ha hecho sino aunar a sectores de lo más
variopinto en la tribuna de las quejas.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
La política fiscal (la subida del IRPF
y la del IBI, y la del IVA, que viene) ha roto los esquemas a los
empresarios y a los liberales -tanto monta, monta tanto- otrora
fieles escuderos de Rajoy, Los recortes en la administración pública
(menos sueldo, más horas, menos derechos) han rebelado a los
funcionarios, interinos, laborales y eventuales, empezando por el
grupo E y terminando por el grupo A. Los desempleados que votaron a
Rajoy confiando en que les buscaría un trabajo, se han encontrado
con que, en lugar de eso, les reduce las prestaciones, y los
pensionistas que esperaban garantizar sus pagas (“-<i>¡La Caja de la
Seguridad Social se hunde!</i>”-, decían) tienen ahora que aflojar la mosca cuando retiran la <i>nifedipina </i>y el <i>omeprazol</i>. Los emprendedores
esperan y desesperan, y hasta las víctimas del terrorismo se quejan
de sus desaires.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
Ni se ha acabado con la corrupción, ni
con el despilfarro autonómico. Ni se han terminado las injerencias
(los nombramientos en la RTVE y en el CGPJ son sólo dos ejemplos),
ni los despropósitos. Como siempre, gana la banca y pierden los
desahuciados, bajan los créditos y suben los ERE, y el país sigue
sin pintar nada ni en Europa ni en el mundo (bueno, en el mundo sí:
don Mariano ya es presidente de las Islas Salomón).</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
Rajoy ha sembrado España de huérfanos
-de huérfanos políticos, se entiende-, de ingenuos electores que
creyeron sus promesas, que confiaron en sus soluciones y que
depositaron en su gestión lo que les quedaba de confianza. Votos
prestados para impulsar un cambio de rumbo que ha resultado ser un
giro hacia ninguna parte.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
Y, mientras, el presidente calla y se
refugia en el burladero, e insta a sus subalternos a que intenten
ocuparse del miura, ante el pasmo del personal que -desde el sol y
desde la sombra- no acierta a entender cómo le han metido en esta
faena.</div>jlarranzhttp://www.blogger.com/profile/07877494833273194016noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2987383947297281725.post-34492489919988920092012-06-09T23:00:00.000+02:002012-06-10T06:48:42.807+02:00Rescate y fracaso<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBumiMfcIQpc53mtwDdiHa0fwEll1nqh_K5QwEiDr3kawvIWK_TOoHtLzetvQ2eiJH_M8kMYK9DJZ0WhJuBbjoEwrcPoeZ-h15-nkzaxrA6XnxX_nUE02DQVGY_YGLst-3Ckwhreaucjk/s1600/rescate.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="272" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBumiMfcIQpc53mtwDdiHa0fwEll1nqh_K5QwEiDr3kawvIWK_TOoHtLzetvQ2eiJH_M8kMYK9DJZ0WhJuBbjoEwrcPoeZ-h15-nkzaxrA6XnxX_nUE02DQVGY_YGLst-3Ckwhreaucjk/s320/rescate.jpg" width="320" /></a></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Mientras los tirios y los
troyanos discernían si eran galgos o si eran podencos (<i>“-Ministro,
tacha 'rescate' y di 'apoyo financiero', a ver si cuela”</i>), los
hombres de negro cruzaban la frontera conduciendo centenares de
furgones blindados cargados de lingotes de oro. Lo llamen como lo llamen.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Tras meses de asedio, el
gobierno ha entregado las llaves. Ha rendido la
plaza, ha franqueado el paso que con tanto empeño -¿cómo se dice
'orgullo' en alemán?- defendió, ha abierto los ventanales y ha
enseñado sus vergüenzas. Ha reconocido -<i>urbi et orbi</i>- el pecado que
todos conocían: este país no puede salir del agujero sin ayuda.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Es cierto que se trata de
una intervención singular (en realidad, es casi más un préstamo
que un rescate), pero uno de sus efectos -quizás el más temido- se
mantiene y puede resultar demoledor. Por mucho que algún ministro
piense que todos nos hemos caído del guindo, no hay peor manera de
convencer a los especuladores de que es seguro invertir en España
que asomarse al balcón y pregonar nuestras miserias.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Y, si no, ¿por qué se
ha esperado tanto? ¿Cuánto dinero ha costado a las arcas públicas
estas semanas de innecesaria -según el gobierno- incertidumbre? Y,
si no ha existido ultimátum por parte de los socios, ¿por qué
tantas prisas de última hora? ¿Había que dar la rueda de prensa en
el descanso del Holanda-Dinamarca? (Por lo menos, terminó antes de
que empezara el Alemania-Portugal). Y -la prueba más concluyente- si
de verdad se trata de una buena noticia, si es la solución para
todos nuestros males ¿dónde estaba Rajoy?</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Europa ha colocado un
cobrador del frac en la puerta de La Moncloa, y eso -lo diga Agamenón
o su porquero- es un fracaso. Fracaso de un estado con complejo de
inferioridad, que acaba de ingresar -por méritos propios- en el <i>Club
de los Morosos</i>. Fracaso de un gobierno sin recursos, que termina por
admitir su incapacidad para hacer aquello a lo que vinieron, y que
ahora ve cuestionado un ineficaz programa de ajustes. Fracaso de un
presidente titubeante y desnortado, que cambia constante e
irresponsablemente de opinión y de criterio, y que se ha instalado
sin pudor en la corrección y en la improvisación continuas.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Lo adornen como lo
adornen, este rescate -perdón, este generoso apoyo al sistema
financiero- no era la solución reclamada. El ejecutivo lleva semanas
mendigando unos <i>eurobonos </i>con los que obtener sus propios recursos a
precio de buen pagador, y todavía se escuchan las carcajadas con las
que respondió la <i>kaiseresa</i>. Reclamó después una legislación a
medida bajo la que camuflar el salvamento (<i>“-Sálvame este banco,
hombre, que hoy no llevo suelto.”</i>) pero la Unión Europea le dejó
bien clarito quién puede exigir excepciones y quién no. Al final,
no le quedó más remedio que aceptar un plato de lentejas -si
quieres, las comes...- al que, aunque tenga mejor pinta que los que
les sirvieron a Irlanda y a Portugal, se le adivina una pesada
digestión y hasta un cólico electoral.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
España ha claudicado y
ha asumido su papel. Lo llamen como lo llamen.</div>jlarranzhttp://www.blogger.com/profile/07877494833273194016noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2987383947297281725.post-68606544528334649622012-06-02T17:57:00.000+02:002012-06-02T21:36:14.226+02:00Échame una mano, prima<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiuHbE74ySHN1k8O7cKCorZbYvJQ6uk84ikHXuqCJ3QnwBTBTuk66nB2rRVeOW5m6SBVUf2hfwfTQRuV-6knrXX_uzBKHnZWw9oy0IWNCmOuU6Bge6vJbt51_-TckGZZ0v4eqihXYprlJk/s1600/prima.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="222" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiuHbE74ySHN1k8O7cKCorZbYvJQ6uk84ikHXuqCJ3QnwBTBTuk66nB2rRVeOW5m6SBVUf2hfwfTQRuV-6knrXX_uzBKHnZWw9oy0IWNCmOuU6Bge6vJbt51_-TckGZZ0v4eqihXYprlJk/s320/prima.jpg" width="320" /></a></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Como buen español, <b>Mariano Rajoy</b> no se lleva bien con su
familia política. Lo más sangrante, en este caso, es que es su familia quien gobierna en Europa; la que podría -con un simple
gesto- aliviar su calvario.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Mientras estaba en la oposición, el hoy presidente del gobierno
presumía de los respectivos logros de sus correligionarios del
Partido Popular Europeo y los ponía de ejemplo de lo que estaba por
llegar. Usaba cromos con la imagen de Angela Merkel y de Nicolas
Sarkozy para señalar el camino de la salvación al Zapatero
descarriado y alardeaba de pertenecer al grupo de los elegidos que
compartían la fórmula mágica y secreta del éxito. Hoy, ciento
sesenta y cuatro días después de jurar la Constitución, a Rajoy ni
le cogen el teléfono.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Y eso a pesar de que son familia. Porque, aunque no lo parezca, todos
los que amenazan, chantajean y extorsionan inmisericordemente al
gobierno español pertenecen a su misma formación política y comparten sus mismos principios.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
El presidente de la Comisión Europea, <b>José Manuel Durão
Barroso</b>, milita en el <i>Partido Popular Democratico/Partido
Social Democrata</i> (PPD-PSD) portugués desde 1980 (llegó a
liderarlo) y fue ministro, jefe de la oposición y presidente del
gobierno con esas siglas, que hoy se integran en el Partido Popular
Europeo.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<b>Herman Van Rompuy</b>, presidente del Consejo Europeo, fue primer
ministro, presidente del congreso belga y varias veces ministro
representando al Partido Cristiano Demócrata y Flamenco
(<i>Christen-Democratisch en Vlaams</i>,
CD&V), miembro del PPE.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
El presidente del Eurogrupo (algo
así como el superministro europeo de Economía y Finanzas) también
pertenece al PPE. <b>Jean-Claude
Junker</b> -primer ministro
luxemburgués- milita en el Partido Popular Social Cristiano
(<i>Chrëschtlech Sozial Vollekspartei , </i>CSV)
del Gran Ducado de Luxemburgo.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<b>Christine Lagarde</b>,
directora-gerente del FMI (Fondo Monetario Internacional) forma parte
de la Unión por un Movimiento Popular (<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><i>Union
pour un Mouvement Populaire</i></span><span style="font-family: Arial, sans-serif;">,
UPE), con la que defendió la cartera de Economía y Finanzas en uno
de los últimos gobiernos de Sarkozy. Evidentemente, también dentro
de los populares europeos.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Y, por último, ¿adivinan quien es la presidenta de la Unión
Demócrata Cristiana (<i>Christlich-Demokratische Union</i>, CDU)
alemana, uno de los pilares del PPE? Efectivamente: <b>Angela Merkel</b>.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Sólo se echan a faltar
dos nombres: <b>Mario Draghi</b> y <b>Olli Rehn</b>. El primero,
presidente del Banco Central Europeo, no tiene adscripción política
reconocida, aunque llegó a la política italiana de la mano de
Andreotti (es decir: Democracia Cristiana; es decir: PPE), y el
segundo, comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios,
milita en el Partido del Centro (<i>Suomen Keskusta</i>) de
Finlandia, encuadrado en el Grupo Liberal del europarlamento.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Estos <i>siete magníficos</i>
conformaban el equipo llamado a reeducar a la más díscola de las
primas -la de riesgo- pero, lejos de domesticarla, no hacen sino
alimentar su rebeldía. Eran, hasta primeros de año, los avalistas
de un proyecto que hoy camina desnortado, sin el apoyo internacional
imprescindible para taponar la hemorragia por la que se desangra el
rédito electoral cosechado hace apenas cinco meses.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Han abandonado a su
suerte el barco que prometieron remolcar, y se alejan de él
temerosos del remolino que -cuando las vías de agua que ya lo hacen
ingobernable, lo condenen al fondo del mar- amenaza con salpicarle
los zapatos de piel de becerro.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Y es que, como dice el
refrán castellano,<i> “con la familia, comer y beber, pero no comprar
ni vender”</i>.</div>jlarranzhttp://www.blogger.com/profile/07877494833273194016noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2987383947297281725.post-55274342565534683172012-05-30T19:20:00.000+02:002012-05-30T19:27:17.492+02:00Entre pitos y flautas<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2qhqPHshZUJNPeNEgvoqHCV_EpslkEM3xJF0eWCGh2nAZHhoB9Tkp9Fbh_GKR4VVlpxiks8lf0cDOKv2SDhMqLZEW1vBEaJsJ2yGOP6X5qP6c-5myNdylBIPqDag4tyj2gi_xPpunEAM/s1600/pitos.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="179" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2qhqPHshZUJNPeNEgvoqHCV_EpslkEM3xJF0eWCGh2nAZHhoB9Tkp9Fbh_GKR4VVlpxiks8lf0cDOKv2SDhMqLZEW1vBEaJsJ2yGOP6X5qP6c-5myNdylBIPqDag4tyj2gi_xPpunEAM/s320/pitos.jpg" width="320" /></a></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Desde hace algunos meses
-puede que desde hace algunos años- la política española se mece
entre pitos y flautas: pitos que intentan silenciar las flautas,
flautas que pretenden camuflar los pitos.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Las noticias, buenas o
malas (casi siempre malas), llegan animadas por una banda sonora de
aplausos y abucheos que termina por desviar el debate, por enterrarlo
bajo una costra de maquillaje sobre la que centrar la discusión y
obviar lo esencial por lo accesorio.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Grupos políticos,
instituciones, agentes sociales y -sobre todo- medios de comunicación
se esmeran en enervar a la <i>claque</i>. Sirven en bandeja argumentos
populistas (“<i>-¡Gibraltar español!</i>”-) para con sus vítores
acallar los gritos de la otra bancada (“<i>-¡Que pague la Iglesia!</i>”),
sin reparar (o sí) en que, con tanto jaleo, no se escuchan los
lamentos.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Entre pitos y flautas,
<a href="http://economia.elpais.com/economia/2012/05/04/actualidad/1336116659_346105.html" target="_blank"><span style="color: blue;">4.744.235</span></a> españoles y españolas siguen pidiendo empleo al puñado
de defraudadores amnistiados que no saben dónde colocar los millones
que milagrosamente nacieron entre las láminas de su somier. Entre
pitos y flautas, <a href="http://www.elmundo.es/elmundo/2012/03/30/suvivienda/1333096530.html" target="_blank"><span style="color: blue;">58.241</span></a> familias siguen buscando dónde dormir
después de ser desahuciados por los bancos y se cruzan con los
exdirectivos incompetentes que salen por la puerta de atrás con
cheques de siete ceros como pago por los servicios prestados.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Entre pitos y flautas, se
reducen los salarios -¡ay, el impuesto revolucionario!-, se recortan
las prestaciones -¿se acuerdan del estado del bienestar?- y se
disparan las tasas -bienvenidos al reino del pago, copago y repago-.
Entre pitos y flautas, se retrasa la edad de jubilación -<i>“Si es
que estás hecho un chaval”</i>-, aumenta el IVA -Europa somos todos- y
se rompen los convenios -con Franco, vivíamos mejor-.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Nos ensordecen con las
cifras del déficit, la prima de riesgo y el <i>íbex</i> 35, para que -con
el estrépito- perdamos la cuenta de los euros que mes a mes entran
de menos en nuestras carteras y para que, entre pitos y flautas,
aceptemos como irreversible una situación de la que, encima, nos
responsabilizan.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Cuando los pitos reciben
a su alteza el heredero en el campo de fútbol, se compensa elevando
el volumen de las flautas que interpretan la <i>Marcha Real</i>. Cuando los
pitos reprochan los reajustes, las fanfarrias apuntan al despacho de
enfrente -<i>"Tú más"</i>-, como si no nos dolieran igual las bofetadas
vengan de la mano que vengan.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Es hora de dejarnos de
pitos y flautas. De exigir respuestas en lugar de justificaciones,
soluciones en lugar de alharacas, resultados en lugar de excusas.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Porque, en definitiva,
nos están tomando el pelo. Entre pitos y flautas.</div>jlarranzhttp://www.blogger.com/profile/07877494833273194016noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2987383947297281725.post-2345705597346792132012-05-29T11:27:00.000+02:002012-05-29T20:01:38.505+02:00Pocos cambios... afortunadamente<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWmh_td2Eklsr8FlyjM7KmJ-NO1X7eRzVZ5ez_fBuVxb1FkosIbLxNn6vEIslPwU9yMGldw424mk9VkXqcG8sN2pZI1Va8FcbTLju5SazxJWhPo3xTlVnUjOXpH-ATWyd0WWBCr_jyvRk/s1600/001.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWmh_td2Eklsr8FlyjM7KmJ-NO1X7eRzVZ5ez_fBuVxb1FkosIbLxNn6vEIslPwU9yMGldw424mk9VkXqcG8sN2pZI1Va8FcbTLju5SazxJWhPo3xTlVnUjOXpH-ATWyd0WWBCr_jyvRk/s320/001.JPG" width="320" /></a></div>
Los meses que antecedieron a la
inauguración de la feria de 2012 estuvieron cargados de incertidumbres y
expectativas. El actual equipo de gobierno municipal esbozó y avanzó, en los
años que ocupó la bancada de la oposición, un modelo de feria sustancialmente
distinto al que se encontró en mayo de 2011, sobre todo en dos aspectos: la
duración del festejo y la tipología de las casetas. Dos elementos clave,
indisolublemente unidos, que en esta edición apenas si se han visto modificados
en la supresión de un día de fiesta (que, en la práctica, se ha reducido a
algunas horas) y en la ampliación de las franjas de acceso restringido para las
casetas. Tímidos cambios éstos que se quedarían en mera anécdota si no fuera
porque apuntan indefectiblemente a lo que está por venir.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En su programa electoral, el
Partido Popular apostó por una feria más corta (<i>“siete días </i>-en
realidad, son seis-<i>, comenzando el lunes por la noche con el alumbrado y los
fuegos, y concluyendo el domingo siguiente”</i>) y más amplia (hasta llegar a
las <i>“doscientas casetas”</i>), sin reparar en que se trata de un binomio
irreconciliable: si las casetas han abandonado El Arenal (llegó a haber 180
casetas en 1994) por lo difícil de recuperar los gastos del montaje, no
regresarán cuando haya menos ocasión para hacer caja. A pesar de ello, la feria
de este 2012 ha iniciado esta complicada senda.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La feria exige cambios (basta con
ir el lunes o el martes de farolillos a pisar el -cada vez más escaso- albero,
para constatarlo), pero no en el calendario o en el color de las fachadas, sino
en sus cimientos. Las mejoras necesarias tienen que comenzar por el propio
recinto ferial (sombras para la feria de día, aceras para los peatones y
calzadas para los caballos) y por la forma de acceder a él (transporte público
eficaz, viales y aparcamientos), como se ha hecho en otras ciudades de nuestro
entorno. Con esa base, con las calles de El Arenal a rebosar, se podrán
introducir cuantas reformas se vea conveniente. Entonces, y sólo entonces, se
podrán instalar más casetas (y dejar unas más abiertas y otras más cerradas,
unas para los más jóvenes y otras para los más <i>flamencos</i>) y será posible
prescindir del primer fin de semana. Entonces, y sólo entonces, se podrá
aspirar a la feria plural, viva y de calidad que todos perseguimos.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Puede ser que la intención del
Ayuntamiento sea otra y que sólo la coyuntura económica haya recomendado
posponer planes más ambiciosos, pero la realidad es que la feria de 2012 sólo
ha variado -y mínimamente- en lo accesorio, y que la sensación es de que se
pretende parchear en lo superfluo sin remover las estructuras. Mientras siga
siendo así, los cambios, cuantos menos, mejor.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<a href="http://www.diariocordoba.com/noticias/opinion/pocos-cambios-afortunadamente_718088.html" target="_blank"><b>[artículo publicado en el diario <i>Córdoba</i> el día 27 de mayo de 2012]</b></a></div>jlarranzhttp://www.blogger.com/profile/07877494833273194016noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2987383947297281725.post-12105126748543806502012-05-10T21:26:00.000+02:002012-05-10T21:29:36.010+02:00Hollande: lo verde empieza en los Pirineos<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGntR38skkTwwrs3Z-FjGSeGkqqKGSmU99hkBYdgaQpbHeczNv8rpFeXjSAGroY7lbluay1JaUjPQHGNQ98LYcFtxae4Dc5F1Va2iJ-xwfVw_8edOhUPNtSLiaV98Lc4HvkS43xF1LlDY/s1600/verde.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGntR38skkTwwrs3Z-FjGSeGkqqKGSmU99hkBYdgaQpbHeczNv8rpFeXjSAGroY7lbluay1JaUjPQHGNQ98LYcFtxae4Dc5F1Va2iJ-xwfVw_8edOhUPNtSLiaV98Lc4HvkS43xF1LlDY/s320/verde.jpg" width="218" /></a></div>
<span style="text-align: justify;">Ya está. Ya la tenemos
liada.</span><br />
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
Con la de horas que han
echado <i>la Merkel</i> y <i>el Sarkozy</i> para convencernos de que
no hay más camino que su camino... y llegan los franceses y proponen
otra ruta. Con la de botellines de <i>fontvella</i> que ha habido que
trasegar para ayudar a los líderes europeos a comulgar con la
austeridad en forma de ruedas de molino... y llegan los <i>franchutes</i>
y sacan los pies del tiesto. Con la de votos -y gobiernos- que se han
desperdiciado, con la de broncas que se han silenciado en los
consejos de ministros, con la de argumentarios que se han redactado
para justificar lo injustificable... y aparece el nuevo con la
pregunta del millón: <i>"-Pero, ¿de verdad la única solución
para salir de la crisis es estrangular la economía?".</i> Pues
no. Está claro que no.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Todos los analistas
coinciden en que el origen de la recesión está en las entidades
bancarias. A los banqueros les dio por jugar al <i>monopoly</i> con
nuestros ahorros, les dio por aceptar avales dudosos y canjearlos por
dinero de mentira con el único objetivo de hinchar la pelota y
quedarse con las comisiones y los dividendos, sin reparar -¿o sí?-
en que la burbuja terminaría por reventar. Ahora que en las cajas
fuertes los recibos impagados ocupan el lugar reservado a los
lingotes, sólo se les ocurre una salida: como no queda dinero para
prestar, dejemos de gastar. Y así han puesto fin a los años de
inversión pública y de servicios a la ciudadanía, a la época de
los créditos y las ayudas, al periodo de prosperidad y bonanza.
Sometidos al látigo de Sauron, emprendimos el viaje ineluctable
desde <i>Góndor</i> a <i>Mórdor</i>, del edén hacia el oeste.
Hasta que llegaron las elecciones francesas.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
François Hollande no es
un gran político (en su currículum apenas hay un par de apuntes:
compartir prole -cuatro hijos- con la candidata Ségolène Royal y
ocupar la alcaldía de Tulle -un pueblo de apenas quince mil
habitantes-), ni falta que le ha hecho. En las primarias, se deshizo
-casi sin sudar- de sus oponentes (¿qué fue de Arnaud Montebourg,
aquel defensor de los indignados?) y en las presidenciales sólo tuvo
que echarse a un lado para que Sarkozy se desplomara solo.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Su único mérito ha sido
decir “no”, la palabra mágica que querían escuchar los votantes
hartos de chantajes, advertencias, presagios y amenazas. “No” a
la resignación, “no” al sometimiento, “no” a la aceptación,
“no” a la ausencia de alternativas. Hollande es consciente -como
lo son muchos de los que le han votado- de que no va a poder cumplir
todas sus promesas (siempre tendrá la excusa de Maastricht y los
recortes de soberanía) pero, a estas alturas de la película, ¿qué
más da? Ya que estamos condenados a rebuscar entre los cubos de
basura -en los del papel reciclado, esta vez- para releer los
programas electorales, por lo menos pidamos que las promesas que se
han de incumplir vengan con letra y con música. Prometió que
cruzaría la <i>Puerta de Brandemburgo</i> para cantarle las cuarenta
a la <i>kaiseresa</i>, y lo más que se va a traer son cinco minutos
de prórroga antes de aceptar que ha perdido el partido.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Si en los años setenta,
los españoles buscábamos el verdor más allá de los Pirineos,
paraíso de la <i>liberté</i> y la <i>prosperité</i> (vale que
entonces la mayoría se conformaba con verle las tetas a Nadiuska),
en los últimos años, Europa se ha convertido en sinónimo de
regresión, retroceso y recortes, hasta teñir todo de luto.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Ahora, el nuevo
presidente francés ha entreabierto una nueva puerta en este viejo
túnel que nunca se acaba. Probablemente, nuestros pastores
-políticos y económicos- nos seguirán conduciendo por el camino
largo y tortuoso, pero al menos servirá para que entre algo de aire
fresco y un poco de luz. Para recordarnos que, al fondo -aunque sea
muy al fondo-, la primavera ha verdecido y que la claridad -aun que
no se vea- sigue ahí.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Para cargar de razones a
quienes reclaman alternativas.</div>jlarranzhttp://www.blogger.com/profile/07877494833273194016noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2987383947297281725.post-16058941267335954502012-05-05T09:02:00.000+02:002012-05-06T09:03:50.861+02:00Rajoy y la teoría del caos<br />
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
En 1884, para celebrar su sesenta
cumpleaños, Óscar II rey de Suecia y Noruega convocó un singular
concurso -siempre ha habido gente rara- en el que los participantes
tenían que resolver complicados problemas matemáticos, como -por
ejemplo- analizar la estabilidad del Sistema Solar y determinar
especialmente cómo influye un cuerpo situado entre otros dos cuerpos
celestes. El entonces joven científico Henri Poincaré aceptó el reto, pero
fue para demostrar que el enigma no tenía solución, que en el
universo existen sistemas caóticos, tan vulnerables a una mínima
perturbación que el resultado varía en cada experimento y por lo
tanto se vuelve imprevisible. Había nacido la teoría del caos.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
Para que nos entendamos, la teoría del
caos viene a defender que a veces no es posible establecer una
inequívoca relación causa-efecto (un mismo experimento puede
producir distintos resultados) porque existen factores -por muy
insignificantes que puedan parecer- que modifican todo el proceso. No
hay manera de pronosticar en qué número parará la bolita por mucho
que la ruleta gire siempre con la misma velocidad y se repitan
exactamente los mismos movimientos.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
Algo parecido ocurre con la política y
los gobiernos.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
Aplicando la más estricta ortodoxia,
los economistas elaboran un plan. Aseguran que cuando el déficit
público se reduce <i>'equis'</i>, el <i>peibé</i> crece <i>'y'</i>, y que sólo entonces
se crean <i>'ene'</i> empleos; dicen que si se aplica el copago
farmacéutico, se reducirá la deuda con los laboratorios y se
saneará el sistema sanitario; explican que si se aplaza la edad de
jubilación, aumentarán las cotizaciones y se frenará el gasto por
prestaciones hasta llenar otra vez la caja... Pero esto es sólo el plan.
Luego aparece la teoría del caos -y su acepción más popular: el
efecto mariposa- para devolvernos a la realidad: el gobierno impone
reformas y ajustes para recuperar la confianza de los inversores,
pero un simple editorial en el <i>Wall Street Journal</i> -¡ay, el efecto
mariposa!- dispara la inquieta prima de riesgo y hunde todos los
indicadores; cada vez que a un preboste alemán le repite el pepino,
los mayoristas verduleros -con perdón- europeos dejan de pasar por
los invernaderos de Almería; basta con que <i>il nuovo cavaliere</i>
siembre alguna duda, para que el<i> íbex treinta y cinco</i> coseche
tempestades. Nada es absolutamente predecible (ni siquiera están
bajo control los factores que influyen en los resultados) pero, aún
así, los economistas realizan sus previsiones y los políticos
aprueban sus programas, las previsiones fallan una y otra vez y los
programas se modifican uno detrás de otro.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
Quieren transmitir confianza y sólo
nos conducen al caos. Tanto que nos hemos inmunizado. Nos hemos
habituado a leer las cifras en números rojos y las previsiones en
letras negras, las nóminas de arriba a abajo y la cartilla del paro
de abajo a arriba; nos hemos acostumbrado a escuchar las
justificaciones ante cada nuevo fracaso (cuando no es por la
herencia, es culpa de los griegos, de las elecciones en Francia, de los
combates en Siria, de los elefantes del rey... o del vuelo de una
mariposa) y ofrecemos humildemente la otra mejilla cada vez que nos
abofetean con un real decreto.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
Si la crueldad de las cifras demuestra
que Rodríguez Zapatero erró en su planteamiento ante la crisis,
meses después la situación es aún peor: números aún más rojos,
futuro aún más negro, los brotes verdes aún más lejos... y sin
solución, porque el avión que acudía al rescate se ha estrellado
antes de despegar. Seguimos navegando en un buque a la deriva cada
vez con menos provisiones y peores previsiones, y -lo que lo agrava todo- sin rumbo ni faro
al que enfilar la proa.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
Nuestra única esperanza es que
aparezca un remolcador (alemán o francés, americano, chino o
de donde sea) y nos lleve a puerto, nos ponga a salvo del caos de la
mar gruesa y de las alas de las mariposas.</div>jlarranzhttp://www.blogger.com/profile/07877494833273194016noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2987383947297281725.post-89621244514661832182012-04-26T00:10:00.000+02:002012-05-06T01:03:05.239+02:00El ciclo del Barça (y los catorce días de felicidad)<div style="text-align: justify;">
Peino demasiadas canas como para no haber aprendido que, estadísticamente, la vida te da más berrinches que alegrías. Cada buena nueva que llega -cuando llega- viene escoltada por tres o cuatro malas noticias, a cada éxito le preceden varios fracasos, cada obra de arte nace tras desechar un sinfín de bocetos.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
Apelo a estas reflexiones con la única
y sincera intención de levantar las orejas prematuramente gachas de
mis correligionarios -¿qué es el fútbol, si no una religión?-
culés. El fútbol sucumbe, como tantas otras cosas, cruel víctima
de la memoria -<i>"Es tan corto el amor y es tan largo el olvido”</i>-
sometida por la amnesia que provocan un tiro al palo, un penalti
injusto o un error de marca. Al igual que una victoria -por
inmerecida que sea- despeja todas las nubes, la derrota es una
borrasca que nubla la fama y el resplandor de las vitrinas (noblemente aprovisionadas).</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
El Barça no es un equipo de fútbol:
es una filosofía. Sé que este es un argumento tan poco original
como repetidamente denostado por los detractores del proyecto
blaugrana, pero yo lo siento así. Muchos aficionados de camisa vieja
embarcamos en el barcelonismo como muestra de rebeldía (y no hablo sólo de
política) contra un orden establecido, contra un camino balizado
que, de pequeños, nos sugería qué camiseta nos quedaría mejor y
nos reportaría más satisfacciones. Crecimos a la sombra de una foto en blanco
y negro de Miguel Muñoz fardando de copas. Nos salió la barba soportando páginas y más páginas de agravios en los periódicos, y
horas de radio y televisión de aplausos y silencios mal repartidos.
Oímos hasta la saciedad relatos de épicas remontadas, de hazañas y
gestas en escenarios hostiles, y nos colmataron la paciencia a base
de encendidas loas y alabanzas almibaradas.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
Conocí a un madridista que presumía
de haberlo presenciado todo (<i>“-Yo he visto cosas que vosotros no
creeríais: atacar naves en llamas más allá de Orión, he visto
rayos C brillar en la oscuridad en la Puerta de Tannhäuser... Todos
esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas de lluvia.”</i>)
pero descansa en paz -creo que está en un balneario-. Yo sí contaré
a mis nietos lo que he vivido. Sin necesidad de repasar álbumes, recortes amarillos o el archivo del <i>No-Do</i>, yo podré presumir de haber visto jugar al mejor
equipo de la historia, al único que lo ganó todo y convenció a
todos, al único que doblegó al talonario y silenció la
impertinencia de los micrófonos.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
Hay quien hoy ahoga sus propias
lágrimas con champán, confiado en que un par de victorias por la
mínima eclipsen tantos chorreos y tantas humillaciones, esperanzado en que
un par de títulos -si es que caen- pondrán de nuevo las cosas en su
sitio (que gane quien tiene que ganar, que los árbitros ayuden a
quienes tienen que ayudar, que pasee la bandera quien la tiene que
pasear) y refugiado en el rácano y obtuso -y al final ésteril-
resultadismo bajo el que esconder la inferioridad más notoria de la
que se tiene noticias.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
Ilusos. Ni esto se ha acabado ni,
cuando se acabe (que algún día terminará) se va a olvidar. La
pátina del tiempo relegará a Cristiano a mera -y musculosa-
anécdota, hará del <i>mouriñismo</i> una gripe mal curada y recordará
del <i>postgalactismo</i> lo poco que sobreviva al tsunami azul y rojo; mientras, en el otro platillo de la balanza, permanecerán registros
insuperables, momentos irrepetibles, alineaciones inolvidables y
sensaciones indescriptibles.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
Abd-al-Rahman III dejó escrito en su
diario: <i>“-He reinado ahora por más de cincuenta años en la
victoria o en la paz; amado por mis súbditos, temido por mis
enemigos y respetado por mis aliados. Riqueza y honores, poder y
placer, aguardaron mi llamada para acudir de inmediato. No existe
terrena bendición que me haya sido esquiva. En esta situación, he
anotado diligentemente los días de felicidad pura y genuina que me
han tocado en suerte: suman catorce. Ni uno más, ni uno menos.”</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
Que cada cual cuente los suyos.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
[Postdata: No me han llegado los permisos de Pablo Neruda, Ridley Scott y Ibn Idari para utilizar sus frases. En cuanto lleguen, los adjunto]</div>jlarranzhttp://www.blogger.com/profile/07877494833273194016noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2987383947297281725.post-92194689339779844552012-03-31T19:40:00.000+02:002012-04-02T00:10:24.507+02:00El plato de lentejas (o ¿Debe de pactar Izquierda Unida?)PSOE e Izquierda Unida
nunca se han llevado bien.<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
En 1920, un grupo de
jóvenes socialistas (entre ellos, Dolores Ibárruri) fundó el
Partido Comunista Español; un año más tarde, un grupo de afiliados
del PSOE -alguno de ellos, dirigente y fundador, junto a Pablo
Iglesias- se escindió para crear el PCOE (Partido Comunista Obrero
Español). En marzo de 1922, las dos formaciones recién constituidas
se unieron en el primer congreso del Partido Comunista de España.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Noventa años llevan PSOE e Izquierda Unida compitiendo y disputándose el mismo territorio de caza,
distanciándose y acercándose en lo ideológico, sumando fuerzas (en
contadas ocasiones) y negándose mayorías (las más de las veces).
El partido de los comunistas nació y creció por la frustración de
los socialistas desencantados, aunque ahora -sobre todo en las últimas
décadas- los trasvases suelen llevar la dirección contraria.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Casi un siglo de
convivencia en el que ha habido más desencuentros que cooperación,
más deslealtad que auxilio. Únicamente han compartido consejo de
ministros entre 1936 y 1939 (sólo cuando Largo Caballero exigió al
PCE que se implicara en el gobierno, aceptaron sendas carteras Jesús Hernández Tomás
-diputado por Córdoba- y Vicente Uribe), prólogo de un rimero de
colaboraciones más obligadas que pretendidas. No supieron -ni
quisieron- entenderse durante la dictadura (cuando el PCE era <i>el
Partido</i>) ni en los albores de la transición (los comunistas
impulsaron la Junta Democrática -en 1974- y los socialistas, la
Plataforma de Convergencia -en 1975-), rivalidad que alcanzó su cénit cuando Felipe González aconsejó a Adolfo Suárez (28 de noviembre
de 1976) que no legalizara el partido de Santiago Carrillo, que esperara hasta que
la democracia estuviera consolidada. [Cinco meses después -9 de
abril de 1977-, se produjo la legalización, probablemente para
promover la división del electorado de izquierdas]</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
A partir de 1977, PSOE y
PCE (desde 1986, Izquierda Unida) se han repartido -bien es cierto
que de manera muy desigual- los mismos votos: cuando uno crece,
pierde apoyos el otro; cuando se desgasta uno, el otro se recupera.
Los dos intentan pescar en piscina ajena y celebran como
triunfos propios los fracasos del vecino.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
En este periodo, a
Izquierda Unida le ha ido mejor cuanto más se ha alejado del partido
socialista. Su época dorada (1993-1996) coincide con la
consolidación de Julio Anguita en el liderazgo de la formación. En
ese periodo, cuando el <i>Califa</i> predica que el PSOE se encuentra en
la otra orilla (junto al Partido Popular), IU rompe sus techos y
llega a sumar 2,5 millones de votos y 3.500 concejales en las Municipales de 1995 (en 2011: 900 mil votos y 900 concejales menos),
y 2,6 millones de votos en la Generales de 1996 (ni Gerardo Iglesias
-diez años antes- ni Gaspar Llamazares -doce años después- alcanzaron el millón); ese año, Izquierda Unida contó con 21
diputados en el Congreso -casi como en el 79-, una renta que se fue desvaneciendo convocatoria tras convocatoria (de 21 a 8, de 8 a 5, de 5 a
2).</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
En el Parlamento de
Andalucía, Izquierda Unida mantiene su plusmarca personal en las
veinte actas obtenidas en 1994. Hoy, con ocho parlamentarios menos,
se debate entre desembarcar con sus doce escaños en la orilla del
PSOE o ponerse de perfil y permitir que el enemigo común acceda
al trono. Un debate con muchos pros y muchos contras.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Las coaliciones cuestan,
y cuestan más al socio minoritario: los electores suelen castigar
ese voto diferido -<i>“Para que tú entregues mi voto, lo entrego yo,
directamente”</i>- y las disensiones internas desangran y dejan
cicatrices indelebles. En este caso, IU lleva treinta años
criticando a quienes ahora le convocan a la reunión de los martes,
treinta años recriminando aptitudes y actitudes, treinta años
soportando rodillos y desaires. Treinta años y ninguna garantía de
que los próximos cuatro vayan a ser radicalmente distintos y de que la
mancha de grasa que ellos mismos denunciaron no les acabe pringando.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
En el otro platillo de la
balanza está el plato de lentejas. Por mucho que Izquierda Unida
insista en que sólo formará parte del gobierno andaluz para hacerlo
girar a la izquierda, a nadie se le escapa lo que supondría entrar
en ese gabinete, la relevancia de gestionar presupuestos y la
importancia de designar cargos públicos. Además, gobernar -siempre
que gobiernen bien- aunque sea sólo un par de áreas, les aportará
el marchamo de calidad y credibilidad que hasta ahora se les ha
negado, y que adornará su currículum en la próxima cita con las
urnas. Tienen la oportunidad de demostrar que el programa electoral
de IU es algo más que una interesante -pero utópica- declaración
de intenciones.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Los ortodoxos de la
teoría de las orillas y los exégetas del ideario prefieren no beber
de ese cáliz pero, con la que está cayendo, ¿quién desprecia unas lentejas? Cuesten lo que cuesten.</div>jlarranzhttp://www.blogger.com/profile/07877494833273194016noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2987383947297281725.post-87281570712780831422012-03-23T21:02:00.000+01:002012-03-23T21:02:25.984+01:00Las elecciones del miedo<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Las del próximo domingo
son las elecciones del miedo. Las del miedo a perder.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
En ellas, el PSOE se
juega mucho más que el gobierno. Si las urnas le arrebatan el último
fortín, la derrota arrastrará a cientos -quizás a miles- de
puestos de trabajo (en su mayoría, altos cargos) poco o nada
habituados a enviar currículums. Si el PSOE pierde estas elecciones,
se avecinan días convulsos, de crueles luchas cainitas para
conquistar los cada vez más exiguos reductos de poder.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
El otrora todopoderoso
partido socialista se ha ido desgarrando elección tras elección. Ha
ido desalojando ayuntamientos y diputaciones, juntas de gobierno y
consejos de administración. La formación que hace más de un siglo
fundara Pablo Iglesias para revolucionar las estructuras del estado
es hoy una máquina de gobernar aterrada ante la posibilidad del
último desahucio.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
También se lo juega todo
el Partido Popular. Al menos el PP de Andalucía. Nunca ha tenido tan
al alcance de la mano -y probablemente, nunca lo tendrá- rendir esta
plaza, frente a un rival vencido en las encuestas, acosado en los
tribunales, vapuleado en los periódicos y cuestionado en las calles;
un sparring de brazos caídos que sólo aspira al combate nulo para
pedir la revancha.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Y aún así, el Partido
Popular podría perder este tren. Arenas, que lleva desde los treinta
y tantos aspirando al cetro, es consciente de que no tiene más balas
en la recámara y de que ha puesto toda la carne en el asador, pero
también sabe que tras la noche en que la aritmética de las urnas le
corone -esta vez, sí- campeón, puede despertar con el regusto
amargo que en ocasiones dejan las ententes postelectorales.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Para el PP, el gobierno
de la Junta de Andalucía es algo más que el paraíso prohibido.
Igual que su conquista significaría un golpe moral del que sus
oponentes tardarían años en recuperarse, un nuevo fracaso -como en
Covadonga- insuflaría ánimos al rival exánime, aunque -como en
Covadonga- la reconquista tenga que esperar. Además, el gobierno
central confía en esta victoria para evitar cuatro años de
inhóspita cohabitación, con un PSOE atrincherado -por voluntad
propia- y radicalizado -por la de sus más que previsibles socios de
gobierno-.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Los sesudos analistas
aseguran que no hay lugar para la sorpresa y que el suelo electoral
del Partido Popular supera holgadamente el peldaño de la mayoría
absoluta. Pero, cuando se apagan los focos y se termina el posado,
asoma en los rostros -de unos y de otros- el rictus del miedo.</div>
jlarranzhttp://www.blogger.com/profile/07877494833273194016noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2987383947297281725.post-65124870051998132062012-03-18T21:54:00.000+01:002012-03-28T10:11:51.739+02:00Cruz Conde peatonal (espinela)El <i>"No sabe, no responde"</i><br />
-tan habitual en Nieto-<br />
ha mudado en un <i>Decreto</i><br />
<i>Anticoches</i> por Cruz Conde.<br />
Como aquel que nada esconde<br />
(aunque suene a cantinela<br />
y le duela a quien le duela),<br />
bendigo la decisión,<br />
aplaudo la prohibición<br />
y dedico esta espinela.jlarranzhttp://www.blogger.com/profile/07877494833273194016noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2987383947297281725.post-11493410181761196772012-03-09T08:59:00.000+01:002012-03-09T09:24:12.116+01:00Nieto: uno y trino<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Centenares de titulares
se han escrito, en los últimos treinta años, con los que evidenciar
los innumerables desencuentros internos en el seno de cada uno de los
partidos, fundamentalmente porque la dirección, las estrategias y
las teorías políticas de cada formación -las que pergeñan sus
responsables orgánicos- difícilmente coinciden, en la práctica,
con el ejercicio diario de las responsabilidades institucionales -las
de los cargos públicos, para que nos entendamos-. Si a esto añadimos
las ambiciones, los celos, las intrigas, los intereses y las
rencillas personales -entre camaradas- lo extraño es que no haya
habido aún más enfrentamientos y que la sangre -casi- nunca haya
llegado al río.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
En el caso del
ayuntamiento, merece la pena recordar que ninguno de los seis
alcaldes que precedieron a José Antonio Nieto lideraba su partido en
el momento de su nombramiento, lo que probablemente explique el
caótico fin de fiesta de algunos de ellos, especialmente
esperpéntico en el caso de Herminio Trigo o de Rosa Aguilar.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Sólo José Antonio Nieto
parece haber aprendido esta lección. Concejal desde 1995, en
febrero del 2006 se hace con la presidencia provincial del Partido
Popular y -sin prisa, pero sin pausa- pone en marcha un proceso que
le habrá de conducir hacia el control absoluto de su formación.
Rescatando a unos y postergando a otros, promocionando a los leales y
relegando a los díscolos, Nieto ha conseguido rodearse de una
<i>guardia de corps</i> fiel, entregada, temerosa y obediente, ansiosa por
satisfacer los deseos del líder y humilde a la espera de su
recompensa.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Un cesarismo que alcanzó
su máxima expresión a partir de mayo, cuando las urnas le
invistieron de la autoridad necesaria para nombrar a alcaldes y
concejales, para diseñar el grupo de la Diputación, para designar
representantes en el Congreso, en el Senado y en el Parlamento
autonómico y hasta para elegir al
subdelegado del gobierno. El conjunto de los cargos públicos
cordobeses del Partido Popular conforman una suerte de enorme grupo
municipal con el alcalde a la cabeza, una especie de institución
única en la que se confunden los cargos, se repiten las personas y
se solapan las acciones, y todos a la sombra de un líder que no duda
en mandar callar a un subdelegado, rectificar a un teniente de
alcalde o llamar al orden a un diputado. Si los votos terminan por
alojar a Arenas en el Palacio de San Telmo, pronto veremos a algún
consejero cordobés rendir cuentas en Capitulares.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
José
Antonio Nieto ha alcanzado su objetivo: ser uno y trino. Ser la única
autoridad institucional, política y hasta espiritual del Partido
Popular; su único referente y su única voz infalible.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
El
problema -para él y para su partido- es que, con esta estrategia
personalista -¡ay, los daños colaterales!-, también ha fulminado a
su sucesor y a su delfín antes de que nazcan. Cuando la previsible
progresión política de Nieto le lleve a calentar sillones más
nobles que el de la alcaldía, no les será fácil encontrar relevo,
menos aún para dirigir una estructura diseñada tan a su medida.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Y
puede ser que esto ocurra mucho antes de lo que parece.</div>jlarranzhttp://www.blogger.com/profile/07877494833273194016noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2987383947297281725.post-68878848926846390672012-02-28T19:05:00.003+01:002012-02-28T21:44:53.307+01:00Iñaki no sabe y no contesta<br />
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
Si a alguien le quedaban dudas sobre la
pertenencia o no de Iñaki Urdangarín a la Casa Real, la bochornosa
función de este fin de semana ha despejado cualquier incógnita:
su-excelencia-el-duque sigue siendo <i>uno de los nuestros</i>.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
O, al menos, actúa como si lo fuera.
Primero renunció a un real privilegio -tan campechano como su
suegro- y accedió a apearse del coche en el lugar en el que lo hacen
los plebeyos. Después lo vimos desfilar -¡qué lastima que no
hubiera alfombra roja!- tan alto, tan guapo, tan delgado y tan rubio
como toda esta rama borbona mejorada con sangre danesa (los apellidos
de Sofía -Schleswig, Holstein, Sonderburg y Glücksburg- han
cumplido su trabajo genético); hizo el paseíllo oculto tras un
rictus estudiado -mezcla de seriedad, altanería e indiferencia- parecido al que debió lucir Luis XVI de Borbón camino de la
guillotina, y con él -como <i>Louis Le Dérnier</i>- logró protegerse de
los gritos, de los insultos, de las pancartas, de los huevazos y
hasta del <i>morao</i> de las banderas. Fingió romper el protocolo para
acercarse a los periodistas -esto lo ha aprendido de la Ortiz, su
concuñada- y regalar, a quienes llevaban horas estirando el brazo,
un comunicado oficial educado, conciso y directo, memorizado -porque
ahí no estaba el <i>teleprompter</i> de leer encíclicas navideñas- y
definitivo: sin apostillas, réplicas ni preguntas.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
Eso, en la parte pública. Dentro del
juzgado: aún más borbón si cabe. A fuerza de
<i>“no-sabe-no-contesta”</i>, consiguió acabar con la paciencia del
juez más cansino de todos los que en España se adornan con
puñetas, incapaz de obtener una confesión distinta a la del
recurrente <i>“mi-reino-no-es-de-este-mundo”</i> o del lastimero<i>
“se-han-aprovechado-de-mí”</i>. Horas y más horas que se ciñen al
guión de los últimos treinta y siete años: preguntas sin
respuestas, acciones sin responsabilidad, evidencias ignoradas,
justificaciones inverosímiles y reparto inclemente de culpas.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
Con lo único con lo que no había
contado es con el inmisericorde cainismo de la real familia,
dispuesta a sacrificar cuantas piezas hagan falta por evitar el jaque
al rey y, si es necesario, a emplear para ello los argumentos que le
salen del <i>spottorno</i>. Si el rey no dudó en enfrentarse a su
padre -entonces jefe de la Casa Real- con tal de ceñirse la corona,
y ni se plantea -a pesar de su evidentemente deteriorado estado de
salud- ceder el báculo al principito cuarentón (con la edad actual
del heredero, Juan Carlos ya llevaba siete años reinando y había
superado el cambio de régimen, tres elecciones generales y una
intentona golpista), a nadie se le pasa por la cabeza que vaya a
poner en riesgo su supervivencia con tal de salvar a la oveja descarriada.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
Pese a ello, Urdangarín se ha mostrado
como el más leal de los súbditos, implorando lo único que parece
preocuparle: un perdón y un auxilio regios (<i>“Del rey abajo,
ninguno”</i>, como escribió Francisco de Rojas Zorrilla) que hace años
le fueron negados (Rojas Zorrilla también escribió <i>“El Caín de
Cataluña”</i> y <i>“El mejor amigo, el muerto”</i>), así que sólo le
resta aguardar en su exilio dorado la justicia de los hombres.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
A ver si, entonces, le vuelve la
memoria.</div>jlarranzhttp://www.blogger.com/profile/07877494833273194016noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2987383947297281725.post-60170719297537416262012-02-07T19:05:00.000+01:002012-02-07T19:49:54.265+01:00El coro de Rubalcaba<br />
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
De todas las estampas que nos ha
regalado el congreso federal del PSOE, retengo en la retina una que,
a modo de epílogo, resume la actual situación de esta formación
política: la de los compromisarios socialistas puestos en pie
cantando la <i>Internacional</i>.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
Mientras unos elevaban el puño
izquierdo, otros alzaban el brazo derecho; había quien se
desgañitaba a voz en grito -<i>“¡Arriba, parias de la tierra!”</i>- y
quien aprovechaba esos minutos para comentar el cónclave con su
compañero de delegación. Algunos bajaban la mirada, otros sonreían
-descaradamente incómodos- y, los más, se limitaban a mover los
labios porque ya hace años que olvidaron la letra.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
El propio Rubalcaba, en su discurso,
reivindicó los cuatro términos que definen al PSOE (<i>partido</i>, <i>socialista</i>, <i>obrero</i> y <i>español</i>) y lo hizo sin
reparar en que el primero de ellos (<i>partido</i>) hace tiempo que
dejó de ser un sustantivo para convertirse en un adjetivo más. Como
ocurre cada vez que esta apacible turnicidad cuasi decimonónica
envía a la oposición a uno de los grandes, el partido se fragmenta
en grupos, familias y corrientes internas que, lejos de plantear
disyuntivas, posicionamientos y debates ideológicos, no tienen más
vocación que la de reubicar a sus adscritos en las cada vez más
escasas cuotas de poder que resisten el embate de las urnas. PP y
PSOE (fundamentalmente) son dos gigantescas oficinas de colocación
que, cuando el viento sopla a favor, reparten cargos a diestro y
siniestro y, cuando las cartas vienen mal dadas, alimentan las luchas
cainitas entre quienes temen terminar apeados del coche oficial.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
Los delegados del 38 congreso no se
vieron constreñidos a optar entre modelos socioeconómicos y
formulaciones filosóficas dispares, sólo tuvieron que escoger un
caballo al que subirse, con la esperanza de acertar y poder cruzar al
trote -ya que no al galope- la travesía del desierto. En cada
papeleta depositada en la urna figuraban dos nombres: el del líder
elegido y el del propio compromisario, que anticipaba así su
candidatura para posteriores votaciones.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
Por eso, el nuevo director no fue capaz
de hacer sonar armónicamente a aquel coro, más pendiente de seguir
la batuta que de leer la partitura. Porque mientras unos elevan el
puño izquierdo, otros alzan el brazo derecho; porque hay quien se
desgañita a voz en grito -<i>“¡Arriba, parias de la tierra!”</i>-
mientras otros murmuran con sus compañeros de fila; porque algunos
bajan la mirada, otros sonríen -descaradamente incómodos- y, los
más, se limitan a mover los labios. Y es que ya hace años que
olvidaron la letra.</div>jlarranzhttp://www.blogger.com/profile/07877494833273194016noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2987383947297281725.post-90935552374859587662012-01-22T09:27:00.000+01:002012-01-22T12:44:03.648+01:00Garzón en los infiernos<div style="text-align: justify;">
[ <i>Cuando Orfeo -músico griego, hijo del rey Eagro y de la musa Calíope- descendió a los infiernos en busca de su amada Eurídice, confiaba en que todos los obstáculos se removerían con el vibrar armónico de las nueve cuerdas de su lira, y que -con su celestial canto- se conmoverían las ninfas, los dioses y los demonios hasta consentir aquella inédita excursión por el más allá. El favorito de los dioses superó todas las pruebas, mas -cuando estaba a punto de alcanzar la meta y retornar triunfante al reino de la luz- cometió un torpe error que trocó su gesta en fracaso. </i>]</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br />
A mí nunca me ha gustado Garzón (ni él, ni cualquier otro
magistrado que se empeñe en que me aprenda su nombre: si por mí fuera, los
jueces -como los verdugos o los policías antidisturbios- trabajarían con
pasamontañas, para, además de no ver, tampoco ser vistos) y nunca he entendido
lo de “juez estrella” (¿qué es un “juez estrella”?¿el que dicta sentencias
justas?¿el que instruye impecablemente?, o sea ¿el que hace bien su trabajo?).
Nunca me han seducido su porte arrogante, su afán de protagonismo ni sus
correrías políticas, porque le hacen vulnerable, alimentan el argumentario de
sus enemigos y derrotan el fondo por las formas.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Confieso mi pertenencia al grupo que considera a Garzón un
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">juez bueno</i> que se atreve con los
poderosos, pero reconozco -yo, sí- que sus resultados dejan bastante que desear.
Como cuando ordenó el arresto de Pinochet, pidió investigar a Kissinger, pretendió
desaforar a Berlusconi, propuso el cierre de Guantánamo o quiso juzgar a Bin
Laden. A modo de recompensa, obtuvo reconocimientos, homenajes y aplausos que en
ningún caso fue capaz de canjear por sentencias y condenas. Como Ícaro, Garzón pretendió
volar tan alto que el sol derritió la cera de sus alas.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Quizás por eso (supongo que acabaría bastante quemado), cambió
de plan y emprendió el descenso a los infiernos: el juicio al franquismo. Aceptó
viajar cincuenta años atrás en el tiempo para llamar -por fin- ‘culpables’ a
los culpables (aunque, para ello, tuviera que resucitar a los verdugos y recordar
su hedor), prometió justicia a los fusilados y a los torturados tras el golpe
de estado fascista, y cuestionó el ominoso y cobarde 'aquí-no-ha-pasado-nada' con
que los nietos de los dos lados del régimen resolvieron décadas de dolor,
humillación y abusos.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Baltasar Garzón, como Orfeo, compró un billete de ida y
vuelta para el inframundo, convencido del poder mágico de su canto y de que los
habitantes del monte <i>Olimpo</i> le protegerían como hasta entonces. Creyó que -como en la
opereta en la que Offenbach recreó las hazañas de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Orfeo en los infiernos</i>- todos terminarían bailando el <i><a href="http://www.youtube.com/watch?v=JL9p20loMJ0&feature=fvsr" target="_blank"><span style="color: blue;">cancán</span></a></i> (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Somos, somos las vedettes de los cabaretes…”</i>), riendo, brincando y
brindando por el final feliz. Pero descuidó, también él, algún pequeño detalle,
alguna sombra que oscureció su frente (como el hermoso pie de Eurídice) y convirtió en
tragedia la comedia.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En la Audiencia, ahora se sienta en el otro lado de la sala,
pero sigue vistiendo su elegante toga con puñetas de encaje, supongo que para recordarle
al juez que, en el fondo, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">"soy uno de los
vuestros"</i>, como el general que acude al consejo de guerra luciendo todas sus
medallas. Está -estamos- a la espera de un veredicto que lleva siglos redactado,
y con el que -diga lo que diga- unos empapelarán los muros de la vergüenza y los
otros nos recordarán eternamente que nadie regresa victorioso de un paseo por el
averno.</div>jlarranzhttp://www.blogger.com/profile/07877494833273194016noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-2987383947297281725.post-68946351075799395762012-01-16T21:04:00.000+01:002012-01-23T18:50:51.975+01:00Rubalcaba, Chacón y El Clan de la Tortilla<span style="text-align: justify;">Iniciada la década de los setenta, el
PSOE se encontró ante la tesitura de preparar su organización para
el cambio de régimen que se antojaba inminente. La idea de que
Rodolfo Llopis (que llevaba casi treinta años dirigiendo el partido
desde el exilio) pudiera regresar y vencer en unas elecciones parecía
absolutamente descabellada, porque decir </span><i style="text-align: justify;">"Llopis"</i><span style="text-align: justify;"> -como decir
</span><i style="text-align: justify;">"Santiago Carrillo"</i><span style="text-align: justify;">- evocaba demasiado a la República, a la guerra
civil y a cuentas pendientes que nunca se habrían de saldar. Los
</span><i style="text-align: justify;">"socialistas del interior"</i><span style="text-align: justify;"> apostaron por la renovación, la
plantearon en el congreso de Toulouse (de 1972) y la culminaron dos
años después en Suresnes.</span><br />
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
Ante la falta de acuerdo, de Toulouse
surgieron tres aspirantes (ahora se les llamaría <i>precandidatos</i>)
para dirigir el partido: Pablo Castellano, Nicolás Redondo y Felipe
González, y los tres, junto a otros de menor peso, constituyeron una
dirección colegiada; Llopis había quedado fuera. En 1974, los
reunidos en Suresnes tuvieron que optar entre el más socialista
(Castellano), el más obrero (Redondo) o el más... el menos incómodo
para el régimen de Franco y la socialdemocracia europea (González).
El líder de la UGT se retiró, Pablo Castellano protestó, y Felipe
(y sus tesis) se hicieron con el poder.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
En aquellos dos congresos se decidió
no sólo quien ocuparía la secretaría general del partido, también
se votó una nueva ideología, un nuevo perfil político y una nueva
estrategia. Un nuevo PSOE que quedó reflejado en la famosa <i>foto de
la tortilla</i>, en la que un grupo de jóvenes sevillanos con
inquietudes comparte una jornada de campo. [A pesar de
los años, aún se reconoce (de pie) a Pablo Juliá, a Rodríguez de
la Borbolla, a Isabel Pozuelo, a Carmen Romero y a Alfonso Guerra, y
(en el suelo) a Carmen Hermosín, a Felipe González. a Luis Yáñez
y a Manuel Chaves, entre otros; de la tortilla, nunca se supo]<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhilP6sKmwJ55Wb5dgJVNFqI0VHGdcht3UnlmiHEf9QV9kbBqJueR7UuvHisdbakPN-hEx6pE7Ake0Jggs6BLfXePhukjL1jzmn74JovfsGmN7lcGzlTg_CByftcUSpvwNk44B-tohykBI/s1600/Foto+de+la+Tortilla.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="420" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhilP6sKmwJ55Wb5dgJVNFqI0VHGdcht3UnlmiHEf9QV9kbBqJueR7UuvHisdbakPN-hEx6pE7Ake0Jggs6BLfXePhukjL1jzmn74JovfsGmN7lcGzlTg_CByftcUSpvwNk44B-tohykBI/s640/Foto+de+la+Tortilla.jpg" width="640" /></a></div>
<br />
Era aquel un PSOE lo suficientemente
joven (la que más: Isabel Pozuelo -<i>veintipocos</i>-, el mayor: Guerra
-<i>treintitantos</i>-; por cierto, los dos mantienen su escaño en el
Congreso) como para no tener deudas con el régimen; lo
suficientemente clandestino (los alumnos de Medicina de aquella época
aún recordarán los mítines de Yáñez, igual que el decano de
Filosofía no habrá olvidado aquel mayo de 1971 en que pidió la
expulsión de <i>Carmeli</i>, su mujer) como para legitimarse ante quienes
llevaban décadas luchando; lo suficientemente moderado como para
ser considerado un mal menor ante la avalancha de partidos de
izquierda que se temía (hay quien asegura que González fue
designado líder del PSOE meses antes de Suresnes, en la <i>Operación
Primavera</i> que organizó el SECED -algo así como la CIA de Franco-:
el Servicio Central de Documentación estudió a todos los candidatos
y escogió a <i>Isidoro</i>, le entregó el pasaporte, le escoltó a Francia
y convenció a <i>Juan</i> (Nicolás Redondo) para que le diera sus votos).</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
No intento ahora discernir si los
delegados de aquel XXVI Congreso acertaron, o si debieron de haber
optado por las tesis que defendían Pablo Castellano y Paco Bustelo
(que derivarían en la Izquierda Socialista que nació en 1997,
cuando González impuso la renuncia al marxismo); sólo es que añoro
el debate. Un debate ideológico, más allá de las personas, en el
que se propongan dos fórmulas distintas para enfrentar -y
solucionar- los problemas, y que permita elegir entre el rojo y el azul o entre el blanco y el
negro (y no entre distintas gamas de gris).</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
Lo echo de menos, como supongo que lo
harán las 972 personas que acudirán al XXXVIII Congreso. Más o menos, como en el
resto de congresos del resto de partidos.</div>jlarranzhttp://www.blogger.com/profile/07877494833273194016noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2987383947297281725.post-13910416114439949832012-01-09T22:03:00.002+01:002012-01-10T00:48:13.271+01:00O más impuestos o menos estado<div style="text-align: justify;">
Hay verdades que molestan especialmente, pero no por ello dejan de ser ciertas, y entre ellas hay una que aparece de cuando en cuando en las portadas de los periódicos -aunque no la queramos leer-: <i>"Los españoles pagamos pocos impuestos."</i></div>
<div style="text-align: justify;">
Y ahora no me refiero al fraude o a la evasión fiscal -lo haré más abajo-, sino sencillamente a la presión tributaria. En España -según el <span style="color: blue;"><a href="http://www.oecd.org/document/35/0,3746,en_2649_37427_46661795_1_1_1_37427,00.html" target="_blank">último informe de la OCDE</a></span>- la carga impositiva (en relación al PIB) apenas supera el 30% -la séptima más baja de la Unión Europea-, muy lejos de los porcentajes que se registran en los países nórdicos: Finlandia (42,6%), Noruega (42,9%), Suecia (46,7%) o Dinamarca (48%). En ese mismo ránking de la OCDE sobre el esfuerzo fiscal -en el que España ocupa el puesto 22º-, Japón se sitúa en la posición 28ª (con el 26,9%) y Estados Unidos en la 32ª (24,1%).</div>
<div style="text-align: justify;">
Lo malo es que, por mucho que quisiéramos mirar para otro lado, los servicios públicos sólo son viables cuando hay suficientes ingresos con los que garantizarlos. No es casualidad que los norteamericanos, que pagan la mitad de impuestos que los daneses, disfruten de peores servicios y muchos menos subsidios y prestaciones sociales. En Dinamarca, no existen carreteras de peaje, los estudiantes reciben una beca -de más de setecientos euros mensuales- mientras dura su periodo de formación y los salarios más bajos se complementan con una ayuda pública para la vivienda, porque el estado ingresa lo suficiente como para afrontar esos gastos.</div>
<div style="text-align: justify;">
En España (y en países como Portugal, Grecia o Irlanda) hemos pretendido tomar lo mejor de cada uno de los modelos: impuestos bajos (como en Estados Unidos, Australia o Japón) y servicios sociales de calidad (como en el norte y en el centro de Europa), pero esa combinación tiene el recorrido muy corto. Más allá de algunas complejas y circunstanciales operaciones financieras, los estados no disponen de fuentes de ingresos más allá de los tributos, de manera que, si los ciudadanos no pagan, las prestaciones públicas se hacen insostenibles.</div>
<div style="text-align: justify;">
Cada vez que nos amenazan con el copago -han empezado con el sanitario, pero llegarán otros-, no hacen sino recordarnos que con lo que aportamos ya no llega y que hay que contribuir un poco más si queremos conservar el actual sistema de pensiones, la enseñanza pública, el modelo sanitario, el subsidio por desempleo o la atención a los dependientes. Porque el copago no es sino otra forma de tributación -ésta, a semejanza de los impuestos indirectos- mucho más injusta, insolidaria y regresiva, contraria al espíritu del artículo 31.1 de la constitución (<i>"Todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad"</i>). Cuando hablamos de impuestos directos -como el IRPF, por ejemplo-, cada uno aporta según su patrimonio, pero cuando el pago se hace mediante una tasa, la factura es la misma para ricos o para pobres (cuando toque pagar por visitar Urgencias -pongamos que sean quince euros-, lo que al presidente de Banca Cívica le supondrá el 0.03% de su salario semanal, al mileurista se le disparará hasta el 6%).</div>
<div style="text-align: justify;">
Es decir, que o pagamos más impuestos -directos- o lo hacemos mediante tasas, impuestos especiales -como el de los carburantes- y copagos. Pero pagar, vamos a terminar pagando. ¿O quién lo hace si no?</div>
<div style="text-align: justify;">
Siempre nos quedará el argumento de que bastaría con combatir eficazmente el fraude fiscal para evitarnos la recientemente anunciada subida impositiva (los españoles también somos líderes en urdir estrategias -más o menos legales- con las que ahorrarnos unos eurillos), o que es posible gestionar mejor y priorizar garantizando las partidas de mayor contenido y relevancia social. Cierto, pero nunca será suficiente. Si queremos servicios, tenemos que ser coherentes y costearlos.</div>
<div style="text-align: justify;">
Con la llegada del siglo XXI, se ha recuperado un debate -que parecía superado- entre los detractores y los defensores del estado del bienestar. Grupos proclives al liberalismo que -como el <i>Tea Party</i>- abogan por la rebaja de impuestos y, consecuentemente, por la reducción del gasto público, han reunido suficientes seguidores en Europa como para cuestionar las políticas sociales que promueven la integración y la convergencia ciudadana a través de la solidaridad, y. día a día, ganan más adeptos con sus planteamientos demagógicos: proponen la eliminación de determinados impuestos sin explicar que eso conduciría a la supresión de buena parte de la cobertura pública.</div>
<div style="text-align: justify;">
A nadie le gusta pagar impuestos (a mí, desde luego, no) y por ello es tan necesario vigilar a qué se destinan y exigir que se empleen criterios en beneficio de la mayoría. Pero una sociedad que no contribuye (y que prefiere contratar a un asesor fiscal para que le enseñe a pagar aún menos), conforma estados débiles e insolidarios.</div>
<div style="text-align: justify;">
(Eso sí. Cuando luego vemos un documental sobre Copenhague, todos -unos y otros, los que pagan y los que no- coincidimos:<i> "-¡Qué bien se tiene que vivir en ese sitio!"</i>)</div>jlarranzhttp://www.blogger.com/profile/07877494833273194016noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-2987383947297281725.post-35803173454058864332012-01-04T21:38:00.000+01:002012-01-05T00:04:41.527+01:00Una crisis para volver a ser pobres<div style="text-align: justify;">
Nadie, sobre la faz de la Tierra, dudará ya de que esto de la crisis es un enorme embuste.</div>
<div style="text-align: justify;">
Llevamos tantos meses desayunando con macrocifras, previsiones y análisis, que no hay quien se trague que resultó imposible prever la actual situación, que los economistas no anticiparon que ocurriría lo que está ocurriendo y que no advirtieron a quienes tenían que activar las medidas oportunas para corregir y evitar la debacle. Entonces ¿por qué no se actuó?</div>
<div style="text-align: justify;">
El día en que las nubes se abran y dejen paso al sol -que algún día se abrirán- podremos hacer balance de los daños que ha causado el temporal y, lo que es más importante, desenmascarar a quienes han obtenido beneficio de esta etapa de turbulencias.</div>
<div style="text-align: justify;">
Los recortes -los ya aplicados y los que quedan por aplicar- van a significar un grave deterioro en los servicios básicos y estratégicos que los estados prestan a sus <i>súbditos</i>. La disminución de las partidas destinadas a la sanidad -por ejemplo- invitará a quien pueda permitírselo a contratar con compañías privadas. Cuando crezcan las ratios en las escuelas públicas, desaparezcan los cheques-libro y se rebajen las ayudas y las becas, muchas familias -las que puedan pagar- acudirán a los colegios privados. Si los jubilados siguen perdiendo poder adquisitivo, aumentarán los fondos de pensiones; habrá más gimnasios privados cuantas más instalaciones públicas se cierren; más publicidad para las teles comerciales, cuantas más cadenas autonómicas abandonen sus emisiones; más peajes en las autopistas, cuanto menos atractivas sean las autovías.</div>
<div style="text-align: justify;">
Por lo tanto, la crisis servirá, fundamentalmente, para que engorden sus cuentas de resultados las grandes sociedades mercantiles cuyos mayoritarios paquetes de acciones están, curiosamente, en manos de las grandes entidades financieras, responsables en primera instancia del cataclismo económico que paradójicamente les va a hacer -más- ricos.</div>
<div style="text-align: justify;">
La sociedad occidental -en general-, Europa -en particular- y los países mediterráneos -especialmente- habrán retrocedido décadas en sus conquistas sociales cuando en un parqué se certifique el final de la crisis. Habrá que volver entonces a negociar -o a pelear- derechos que ayer adjetivábamos como irrenunciables, y habrá que volver a arrancar -pellizco a pellizco- migajas del ya añorado estado del bienestar.</div>
<div style="text-align: justify;">
La historia se repite cíclicamente, y cada vez que las clases más desfavorecidas consigan ascender un peldaño, surgirá -sorpresiva e intempestivamente- una nueva crisis para recordarles cuál es el lugar que le corresponde en la pirámide social.</div>
<div style="text-align: justify;">
Así que lo mejor es que acaben cuanto antes con esta farsa para poder empezar de nuevo.</div>jlarranzhttp://www.blogger.com/profile/07877494833273194016noreply@blogger.com4